Dina Boluarte levantó la ceja diplomática al calificar a Bolivia como un “Estado fallido” en su mensaje del 28 de julio. No era la primera vez que su retórica despertaba resquemores continentales, pero esta vez el reclamo vino directamente del Palacio Quemado. El presidente Luis Arce reaccionó con dureza, tachó el comentario de “inadmisible” y dejó en claro que, aunque el MAS atraviesa su peor momento, aún no se rinden del todo en el ajedrez regional.
Suscríbase al contenido
Esto es material premium. Suscríbete para leer el artículo completo.