A sus 21 años, Alina Tapia debuta en Lima como parte del II Salón de Arte Joven Arequipa, muestra colectiva que reúne a catorce creadores del sur peruano en Más Arte Galería. Invitada por el artista Fernando Peña, la arequipeña presenta tres obras marcadas por un “surrealismo psicológico” que combina introspección, simbolismo y sueños. Su proceso creativo parte de la escritura: plasma sensaciones y recuerdos para luego transformarlos en imágenes, a menudo alteradas durante la ejecución. Sus cuadros exploran experiencias personales, dualidades internas y la convivencia de lo frágil y lo grotesco, con elementos como aves y ratas que, lejos de generar rechazo, buscan integrar al espectador. Tapia concibe la pintura como catarsis y autoreflexión, un medio para confrontar miedos y transformarlos. Tras esta exposición, proyecta continuar con muestras individuales y abrirse camino en la ilustración editorial, sin abandonar su sello: figuras humanas, animales y atmósferas surrealistas.
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