Un grupo de 4780 comuneros de Asia, ubicada a 100 kilómetros al sur de Lima, está llevando a cabo un ambicioso proyecto para transformar el desierto de Sarapampa en áreas para cultivo de maracuyá. Bajo la dirección de Alfredo García Penas, presidente de la comunidad, los comuneros se han unido en faenas colectivas para recuperar tierras que históricamente les pertenecen.
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