EL gabinete de Eduardo Arana se presenta este jueves 12 ante el Congreso para solicitar el voto de confianza, en lo que más que una apuesta programática, es un movimiento táctico en el ajedrez político del régimen de Dina Boluarte. El discurso reciente del premier ante el Colegio de Ingenieros de Lima incluyó anuncios de infraestructura de largo aliento, como el plan maestro ferroviario al 2050, pero la percepción general es que el gobierno ya no tiene margen para promesas, sino apenas para resistir. Lo que se juega Arana es la capacidad del Ejecutivo de mantenerse a flote en medio del desgaste político de la presidenta. A su favor juega, paradójicamente, que la mayoría de bancadas no desea precipitar una crisis mayor. En contra, que cada vez son más los actores que condicionan su apoyo a demandas específicas.
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