“Las mujeres son la perdición de los delincuentes” es un dicho común entre agentes de inteligencia. No por traición, sino por afecto. En el caso de Erick Moreno Hernández, alias ‘El Monstruo’, la grieta sentimental fue el principio del fin. Su entorno íntimo no solo lo acompañaba: también lo exponía.
Suscríbase al contenido
Esto es material premium. Suscríbete para leer el artículo completo.