La ambiciosa propuesta tributaria impulsada por la administración Trump –bautizada con sorna como la “Big Beautiful Bill”– incluye una polémica cláusula, la número 899, que establece impuestos a los dividendos y cupones de activos estadounidenses percibidos por inversionistas extranjeros provenientes de países considerados “hostiles” o “discriminatorios” hacia EE. UU.. Concebida como herramienta de presión geopolítica, esta medida podría terminar socavando la competitividad del propio mercado norteamericano y abrir una ventana de oportunidad histórica para Europa.
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