María Tarriga, Paula Castro y María de Luque son tres mujeres desconocidas en la historia oficial del Perú. Sus nombres pudieron pasar desapercibidos en el Cusco de la segunda mitad del siglo XVIII, pero a ellas les tocó compartir la misma tragedia.
Tarriga, Castro y de Luque solo tuvieron en común ser familia del rebelde José Gabriel Condorcanqui -Túpac Amaru II- y de su esposa Micaela Bastidas. Las tres damas fueron deportadas a España luego de sufrir un injusto proceso penal, después de soportar torturas y vejaciones; y de sobrevivir a una odisea que las llevó a España previo paso por Lima y Montevideo.
Las tres no tuvieron la misma suerte, pero sus casos y la injusticia de sus respectivas sentencias fueron reconocidas por las autoridades españolas.
Doscientos años después de su tragedia, las tres damas vuelven a compartir algo en común: sus casos fueron revelados por el historiador peruano Luis Miguel Glave Testino, investigador del Colegio de América en la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla, España. “María Tarriga no nos ha dejado ninguna otra huella que esa carta aislada que publiqué. Se halla en un legajo del Archivo General de Indias, que contiene un ´Expediente del destino de las personas que vinieron a España como consecuencia de la sublevación de Túpac Amaru´, bajo la signatura Charcas 598. Lo encontré buscando información sobre otras desdichadas mujeres desterradas, llamadas Paula de Castro y María de Luque”.
Sobre ellas, Glave ha publicado sendos informes que se pueden leer en www.academia.edu.
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