El impacto descentralizado de la pesca industrial de anchoveta se ha visto reflejado este año en el crecimiento económico de la zona norte del país, que lideró el avance del PBI del país con un 5.6% en el segundo trimestre del año, su mayor expansión en tres años.
De acuerdo con el Instituto Peruano de Economía (IPE), este buen desempeño se debió al crecimiento de la pesca en triple dígito (184%) y su impacto en la industria de la harina y aceite de pescado. La consultora señaló que, en la primera temporada de pesca de anchoveta del 2024, las capturas fueron casi 10 veces lo registrado en las pescas exploratorias del 2023, pero aún está 9% por debajo del promedio del periodo 2018-2022.
Asimismo, la producción manufacturera vinculada a la harina y el aceite de pescado se multiplicó por siete respecto a 2023, y se ubicó casi un 22% por encima del promedio de los últimos 10 años.
Impacto en Áncash
En Áncash, el sector pesquero y la manufactura primaria asociada a la harina y aceite de pescado representan casi el 11% de su PBI y emplean al 7% de la población ocupada, de acuerdo con el INEI. Dicha región concentra casi un tercio de la producción nacional de harina de pescado.
Así, en lo que va del 2024, el total de desembarques de anchoveta en Áncash ascendió a más de 870,000 toneladas, más del doble de lo registrado durante todo el 2023 y 15% mayor al promedio histórico de los últimos 10 años, de acuerdo con información del IMARPE. El INEI informó que esta región marcó un avance de 6.8% en el segundo trimestre del año.
No hay sobreexplotación
La economista Mónica Muñoz – Najar comentó que la recuperación de la pesca industrial de anchoveta es positiva, porque ha venido empujando al PBI nacional en la primera parte del año. “Hay que recordar que esta actividad involucra a más de 3,500 micro y pequeñas empresas, por lo que tiene impacto en el empleo”, precisó.
La experta descartó que este incremento de la producción pesquera implique una sobreexplotación del recurso, toda vez que el sector goza de una regulación basada en cuotas de pesca que se determinan por estudios científicos del IMARPE. “Hay base científica, regulación que se mantiene en el tiempo y una biomasa de anchoveta que se conserva estable”, concluyó.