La nueva semana bursátil plantea un dilema para los inversionistas: ¿hasta qué punto puede sostenerse el impulso alcista de los principales índices sin señales claras de corrección? Aunque persisten las dudas entre los actores más cautelosos, no hay factores evidentes que justifiquen un cambio de rumbo inmediato.
Las tensiones comerciales con Estados Unidos siguen presentes, pero los mercados descuentan que Washington, como en ocasiones anteriores, buscará cerrar negociaciones con la Unión Europea en términos favorables. A ello se suman las expectativas sobre la inflación en la eurozona: los analistas prevén una nueva desaceleración de la inflación subyacente hasta el 2,4%, lo que fortalecería el escenario de una reducción de tasas por parte del Banco Central Europeo, posiblemente hasta el 2,15%.
EE.UU.: empleo firme, pero vigilado
Del otro lado del Atlántico, el foco estará en el mercado laboral estadounidense. Aunque se mantiene sólido, cualquier sorpresa en los datos de creación de empleo podría modificar la percepción de la Reserva Federal. Un informe demasiado robusto podría encender alarmas inflacionarias y empujar a la Fed hacia una política monetaria más conservadora, lo que podría enfriar el entusiasmo en los mercados.
Soportes técnicos en juego
El comportamiento de los índices europeos también dependerá de niveles técnicos clave. En el caso del principal indicador alemán, el piso de los 23.800 puntos alcanzado el jueves pasado se presenta como una línea de defensa crucial. Su preservación podría marcar la continuidad del ciclo alcista en el corto plazo.
Frank Sohlleder, ActivTrades.
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