El S&P 500 es, probablemente más que cualquier otro índice del mundo, el termómetro de Corporate America. En él conviven las mayores compañías de los once grandes sectores de la economía estadounidense, desde tecnología hasta consumo básico, y su comportamiento suele anticipar lo que ocurre en el resto del mercado. Es, en esencia, un espejo de la salud —o el estrés— del gigante norteamericano.
Durante las últimas semanas, el índice ha tenido movimientos relevantes impulsados por la temporada de resultados corporativos. Con más del 92% de las empresas ya reportando, los números han sorprendido al alza:
- 82% de compañías superaron las expectativas de ganancias (EPS).
- 76% también superaron las estimaciones de ingresos.
En otras palabras, la gran mayoría de grandes corporaciones estadounidenses no solo mantienen el paso, sino que han resistido mejor de lo previsto.
Una semana cargada de protagonistas
Aunque ya desfilaron casi todos los gigantes, esta semana ofrece un último grupo de empresas que funcionan como barómetro del consumidor estadounidense: Home Depot, Walmart, Target y Lowe’s.
Si las ventas se estancan en estas compañías, significa que el estadounidense promedio empieza a recortar gastos. Y eso preocupa: el consumo representa entre 68% y 70% del PBI de EE.UU.. Si el consumidor desacelera, lo hace toda la economía.
Datos laborales con retraso y riesgo de sorpresas
El cierre parcial del gobierno (shutdown) dejó sin publicar varios indicadores macroeconómicos. Ahora están apareciendo todos juntos, como un aluvión de datos atrasados.
Este jueves se conocerán, por fin, las cifras de empleo de septiembre, elaboradas por el Bureau of Labor Statistics. Se espera que lleguen acompañadas de correcciones respecto a meses previos, lo que podría introducir ruido adicional en el mercado.
Aún no está claro si habrá datos laborales de octubre. La incertidumbre suma tensión en un momento en que cada número importa.
La Fed y el giro en las expectativas
Hace apenas un mes, los mercados daban por hecho —con una probabilidad del 94%— que la Reserva Federal recortaría su tasa en diciembre. Hoy, esa probabilidad ha caído a 43%.
El cambio refleja dudas sobre la solidez del mercado laboral y la persistencia de ciertos focos inflacionarios.
Si los datos del jueves sorprenden a la baja, el mercado podría girar de nuevo hacia la idea de un recorte de tasas, pero el escenario es incierto.
La fuerza (y el riesgo) de los gigantes
La estructura del S&P 500 amplifica cualquier movimiento de las grandes tecnológicas. Las diez empresas más grandes —Nvidia, Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Broadcom, Meta, Tesla y Berkshire Hathaway— suman casi 40% del peso del índice.
Solo el sector tecnológico (XLK) representa más del 35%.
Esto significa que si se enfría la euforia por la inteligencia artificial, o si alguna de estas megacaps decepciona, el índice completo puede arrastrarse a la baja.
¿Qué viene ahora?
El mercado parece estar en una frontera psicológica:
- Si los datos laborales salen débiles, podría volver el optimismo sobre la Fed.
- Si sorprenden al alza, podría reforzarse la idea de que no habrá recorte de tasas este año.
- Y si las megacaps decepcionan, el impacto sobre el índice puede ser fuerte.
Este es un momento donde el S&P 500 puede definir tendencia: o retoma la senda alcista hacia nuevos máximos, o confirma que la racha está perdiendo fuerza.
Dirk Friczewsky – analista de ActivTrades.
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