Por Ion Jauregui –ActivTrades.
El rublo ruso se mantiene estable en la superficie, pero debajo de esa calma aparente se agita una tormenta. Varios de los principales bancos del país evalúan solicitar un rescate financiero en 2026 ante el aumento sostenido de créditos impagos y el deterioro de sus balances. Las conversaciones, aún discretas, revelan una crisis latente que podría golpear con fuerza la moneda rusa.
Bancos en aprietos: la historia que no cuentan las cifras oficiales
Aunque el Banco Central de Rusia sigue proyectando una imagen de solidez, fuentes internas de la banca reconocen que los niveles de morosidad son mucho más altos de lo que reflejan los datos oficiales. Según Bloomberg, al menos tres bancos considerados “sistémicamente importantes” estarían evaluando pedir asistencia para evitar un colapso como el de 2017, cuando entidades como Otkritie y Promsvyazbank necesitaron un rescate superior al billón de rublos.
Reuniones secretas y planes de contingencia
Desde fines de junio, altos ejecutivos del sistema financiero ruso se han reunido a puerta cerrada para coordinar un posible acercamiento conjunto al banco central. Aunque aún no se ha formalizado ninguna solicitud, el solo hecho de preparar una estrategia común revela cuán extendida está la preocupación dentro del sector.
El escenario se agrava por las consecuencias de la guerra: inflación descontrolada, tasas de interés por encima del 20% y una creciente carga financiera sobre familias y empresas, que ha llevado a una ola de impagos difícil de contener.
Nabiullina entre el discurso oficial y la contención
La presidenta del Banco Central, Elvira Nabiullina, ha insistido en que “el sistema bancario está bien capitalizado”, pero las medidas adoptadas por su institución dicen lo contrario. La flexibilización temporal de los requisitos de capital para los bancos más grandes es una señal de que el estrés financiero es real y se está gestionando con paliativos.
Incluso Herman Gref, CEO de Sberbank, el mayor banco del país, reconoció que “no será fácil”, reflejando el creciente nerviosismo entre los líderes del sector.
El rublo: estabilidad frágil, riesgo latente
A nivel cambiario, el rublo se ha mantenido relativamente firme frente al dólar, cotizando entre 76,80 y 79 RUB/USD, muy por debajo de los niveles más débiles registrados tras el inicio del conflicto. Sin embargo, esta estabilidad es engañosa: la moneda está prácticamente aislada de los mercados internacionales, con baja liquidez y controles de capital que impiden una valoración realista.
Si el mercado comienza a anticipar el impacto fiscal y monetario de un rescate bancario masivo, el rublo podría resentirse con rapidez.
Perspectiva técnica: señales de alerta
En el plano técnico, el rublo se mantiene en un rango lateral con punto de control cerca de 77,73. El soporte clave se encuentra en 76,79, mientras que la resistencia inmediata está en 80,41. Un quiebre al alza abriría espacio hacia la zona de 85 rublos por dólar. El RSI se mantiene neutral, ligeramente sobrevendido (48,19), mientras que el MACD insinúa un posible giro alcista a favor del dólar.
Conclusión: crisis silenciosa, consecuencias potencialmente ruidosas
El sistema bancario ruso enfrenta una crisis estructural que aún no ha salido a la superficie. Si el rescate se concreta en 2026, el impacto sobre el rublo y la economía podría ser severo. Por ahora, la calma aparente en los mercados cambiarios es solo eso: aparente.
