Por: Ion Jauregui
La farmacéutica suiza Roche (SWX: ROG) ha dado un paso decisivo en la lucha contra la resistencia bacteriana. Su nuevo antibiótico experimental, zosurabalpin, acaba de ingresar a la fase 3 de ensayos clínicos, apuntando a una de las amenazas más letales del entorno hospitalario: la acinetobacter baumannii, una bacteria Gram-negativa extremadamente resistente, responsable de infecciones como neumonía y sepsis, con tasas de mortalidad que oscilan entre el 40% y el 60%, según Larry Tsai, director médico de Genentech, filial estadounidense de Roche.
El ensayo clínico, que comenzará entre fines de 2025 y principios de 2026, incluirá alrededor de 400 pacientes en más de 100 centros médicos a nivel global. Si tiene éxito, zosurabalpin se convertiría en la primera nueva clase de antibióticos contra bacterias Gram-negativas en más de 50 años, marcando un hito histórico en la farmacología moderna.
Un regreso estratégico al terreno de los antibióticos
Roche había abandonado el desarrollo de antibióticos durante varios años, pero volvió al campo en la última década, en paralelo a las advertencias de la OMS sobre la creciente amenaza de la resistencia antimicrobiana, que podría provocar hasta 10 millones de muertes anuales para 2050. Esta decisión subraya el compromiso de Roche con la innovación en áreas críticas para la salud pública mundial.
Entre avances médicos y cautela financiera
Durante el primer trimestre de 2025, Roche mostró resultados financieros mixtos. Su facturación creció un 2% interanual, impulsada principalmente por la división de diagnósticos, mientras que su unidad oncológica se mantiene sólida. Sin embargo, las presiones sobre márgenes continúan y el entorno competitivo en biotecnología es cada vez más desafiante.
En bolsa, la acción de Roche se ha mantenido estable en torno a los 250 francos suizos. La percepción del mercado ha sido de prudencia ante el ritmo de innovación de la firma en la era post-COVID. Pero el avance de zosurabalpin a fase 3 podría cambiar ese enfoque y reposicionar a Roche como pionera en un segmento largamente desatendido: los antibióticos de nueva generación.
Análisis técnico: en rango, con potencial de reversión
Técnicamente, la acción ha oscilado entre 249,6 y 303,2 francos, con un pico reciente de 323,6 francos en marzo, seguido de una corrección hasta los 244 francos a inicios de abril. Actualmente, el “punto de control” se ubica cerca de los 263 francos. El índice de fuerza relativa (RSI) en 49,11 indica equilibrio, pero el cruce de la media móvil de 200 días por debajo de la de 50 días sugiere una posible presión bajista a corto plazo.
Una promesa médica y estratégica
Más allá de los vaivenes bursátiles, zosurabalpin podría devolver a Roche un papel protagónico en la lucha contra las enfermedades infecciosas. De llegar con éxito al mercado —algo previsto antes de 2030—, abriría una nueva era en la medicina moderna, con un fármaco capaz de enfrentar una de las amenazas más silenciosas y urgentes de la salud global.
Ion Jauregui, ActivTrades.
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