La alemana Rheinmetall se ha transformado en un símbolo bursátil del nuevo orden geopolítico europeo. En apenas tres años, su acción se ha multiplicado por doce, superando los 1.880 euros, impulsada por el giro estratégico de Europa hacia un robusto rearme y una creciente autonomía militar. Hoy es, sin duda, el “pure play” más representativo del complejo militar-industrial del continente.
El ascenso responde a tres motores principales: un portafolio de pedidos en expansión explosiva, márgenes operativos en alza y un ambicioso programa de ampliación industrial. En el primer trimestre de 2025, Rheinmetall reportó ingresos por 2.300 millones de euros, un 46% más que el año anterior, con una margen operativa del 15%, gracias al apalancamiento en su segmento de defensa.
A fines de 2024, la empresa acumulaba una cartera de pedidos de 62.000 millones de euros, y solo en el primer trimestre de este año logró nuevos encargos por 11.000 millones, que incluyen sistemas de comunicación como el TaWAN, vehículos Boxer adicionales y grandes contratos de municiones para países miembros de la OTAN.
Defensa sí, pero no todo es blindado
El negocio militar ya representa el 80% de la facturación del grupo, con divisiones altamente rentables como Vehicle Systems y Weapons & Ammunition que superan márgenes EBIT del 20%. Sin embargo, las unidades civiles de energía siguen sujetas al ciclo económico global, lo que podría arrastrar resultados si la ola de gasto en defensa pierde fuerza.
Financieramente, Rheinmetall muestra una posición cómoda: anticipos de clientes mantienen la deuda neta baja, el flujo de caja operativo superó los 1.000 millones de euros en 2024, y el dividendo fue elevado en 42%, hasta los 8,10 euros por acción. Paralelamente, la firma invierte más de 1.000 millones al año en nuevas plantas para duplicar la producción de proyectiles de artillería de 155 mm hacia 2027.
Señales técnicas: fuerte, pero con pausa
Desde el análisis técnico, la tendencia sigue siendo claramente alcista.
- El precio se sostiene sobre la media de 50 días (1.830 €)
- La SMA de 200 días (1.770 €) funciona como referencia clave
- El índice de fuerza relativa (RSI) en 60 indica una desaceleración del impulso, lejos aún de zona de sobrecompra
El nivel crítico es el máximo histórico de 1.944 €. Si lo supera, el siguiente objetivo técnico es 2.150 € (extensión de Fibonacci 161%). Si falla el intento, podría regresar al soporte en la media de 50 días.
¿Y qué viene?
El contexto sigue siendo favorable:
- Alemania planea presupuestos de defensa superiores a 85.000 millones de euros anuales desde 2025
- La OTAN discute establecer el gasto militar en 5% del PBI
- Rheinmetall compite en la final del millonario programa OMFV del Ejército de EE.UU.
No obstante, la valoración bursátil es exigente: el PER proyectado para 2025 roza 60 veces ganancias, y existen riesgos: cuellos de botella en el suministro de acero blindado, trabas burocráticas en compras públicas y posibles virajes políticos.
Conclusión
Rheinmetall encarna una rara combinación de crecimiento estructural, rentabilidad operativa y alta liquidez bursátil. Un campo fértil para operadores experimentados, aunque con margen de error estrecho.
En épocas de boom, la disciplina es vital: stops claros, atención a cadenas de suministro y regulaciones, y una gestión flexible del riesgo. Porque cuando el mercado entra en fiebre, la mejor arma no es un blindado, sino una buena estrategia.
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