Luego de 31 años de existencia, Nvidia se ha convertido en la empresa más valiosa del mundo. Es un éxito que se atribuye en buena parte a su cofundador y CEO, Jensen Huang. Nacido en Taiwán en 1963, emigró a Estados Unidos muy joven y pasó de trabajos modestos a liderar un gigante tecnológico de US$2 billones.
La trayectoria de Huang personifica el espíritu innovador de Nvidia, pues pasó desde el gaming hasta estar al frente de los avances en Inteligencia Artificial.
Estudió ingeniería eléctrica en la Universidad Estatal de Oregon y luego, en 1992, obtuvo una maestría en la Universidad de Stanford.
Más adelante fue director en Coreware en LSI Logic y diseñador de microprocesadores en Advanced Micro Devices (AMD), la empresa que hoy es su competencia. En 1993, fundó Nvidia en California y es su CEO desde entonces.
Huang abordó un problema central: cómo hacer para que las computadoras modelen gráficos en 3D con gran realismo. Nvidia abrió trocha en este campo.
Huang ha sido reconocido globalmente. En el el 2017 fue elegido empresario del año por Fortune y en 2019 número uno de la lista de los 100 mejores ejecutivos por Harvard Business Review.
Actualmente, Nvidia tiene un precio por acción de US$126.57. A pesar de una disminución del 3.22%, la capitalización de mercado de Nvidia es de $3.16 billones de dólares.
En consecuencia, Huang está a tres puestos de entrar en la lista de los diez más ricos del planeta con una fortuna de 111.6 miles de millones de dólares.
A inicios del año pasado, la participación del 3.5% del cofundador de Nvidia en la empresa valía menos de US$14 mil millones. Pero desde entonces las acciones de la empresa se han disparado desde menos de US$150 hasta más de US$1200, lo que significa un aumento del 700%. Un explosivo incremento que refleja la demanda de sus productos y su liderazgo en el sector de la inteligencia artificial.
El actual auge de la IA le ha permitido a Nvidia superar a Microsoft. Son las empresas con las que compite las que ahora compran sus procesadores gráficos para fabricar desde chatbots que funcionan con inteligencia artificial y sistemas de recomendación hasta automóviles autónomos y robots.
La IA está transformando el mundo y esto beneficia grandemente a Nvidia. Los inversionistas apuestan por sus acciones, convencidos por el camino de la innovación.
Según observó recientemente un analista de Wall Street citado por la revista The New Yorker, “hay una guerra en marcha en el campo de la inteligencia artificial y Nvidia es el único vendedor de armas”.