Por Ion Jauregui, analista de ActivTrades.
La industria aeroespacial europea busca elevar su juego en la carrera espacial. Airbus, Leonardo y Thales preparan una alianza estratégica bajo el nombre de Proyecto Bromo, con el objetivo de fusionar sus divisiones satelitales y crear un gigante capaz de competir con los pesos pesados globales: desde el imperio privado de Elon Musk con SpaceX/Starlink, hasta los programas estatales de China.
El trasfondo es geopolítico. Bruselas quiere autonomía estratégica en un sector crítico —satélites y comunicaciones seguras— que ya no se mide solo en contratos, sino en soberanía tecnológica. Airbus, líder en defensa y espacio, ve en el acuerdo una oportunidad para diversificar aún más allá de la aviación comercial. Leonardo, la firma italiana, gana presencia en un mercado de alto crecimiento, mientras que Thales aporta su fortaleza en electrónica y ciberseguridad, vital para aplicaciones satelitales.
Si se cumplen los plazos —acuerdo marco en 2024 y cierre definitivo en 2025— Europa podría contar con un “campeón espacial” capaz de jugar en las grandes ligas.
La acción de Airbus, en la órbita de los €200
Mientras tanto, Airbus brilla también en los mercados. Sus acciones alcanzaron la semana pasada un nuevo máximo en €195, para cerrar en €193.66 tras superar con fuerza la resistencia clave de €186.92. La tendencia de fondo sigue marcada por un canal alcista iniciado en 2022, respaldado por la media móvil de 200 días.
En el corto plazo, el RSI (68,54%) advierte de una posible sobrecompra, lo que abre la puerta a una corrección técnica. Sin embargo, el MACD mantiene su fase expansiva en terreno positivo, reforzando el impulso alcista. Los soportes inmediatos se ubican en €173.54 y €168.24, mientras que el nivel psicológico de €200 aparece como el próximo desafío.
Competir con Musk
Más allá de los gráficos, el fondo es claro: Airbus no quiere quedar atrapado únicamente en la recuperación del tráfico aéreo y la venta de aviones eficientes en consumo. El Proyecto Bromo es su pasaporte para competir de tú a tú con SpaceX, cuya constelación de satélites Starlink ha revolucionado el mercado global de telecomunicaciones.
En ese tablero, Europa sabe que el tiempo apremia. La consolidación de Airbus, Leonardo y Thales bajo un mismo paraguas no solo fortalece al bloque en el terreno industrial, sino que responde a una cuestión política: reducir la dependencia de Washington y Pekín en tecnologías que definirán las próximas décadas.
En resumen, Airbus se encuentra en un punto crítico: con fundamentos sólidos, un libro de pedidos robusto y el impulso del Proyecto Bromo, la compañía busca proyectar a Europa hacia una nueva era espacial. El mercado, por ahora, premia esa apuesta.