Los misiles volvieron a silbar sobre el cielo de Medio Oriente y los mercados financieros del mundo se encogieron. La represalia iraní por los ataques israelíes —que incluyeron bombardeos a instalaciones nucleares y militares— ha dejado al menos 11 muertos en territorio israelí. En respuesta, Tel Aviv ha prometido intensificar las acciones. La comunidad internacional, por ahora, intenta contener el incendio a través de tibias gestiones diplomáticas.
La tensión geopolítica provocó un súbito giro hacia el “modo pánico” en los mercados: las principales bolsas se desplomaron, el petróleo se disparó y los inversores corrieron hacia activos refugio como el oro o el dólar.
Wall Street se tiñe de rojo
El viernes cerró con fuertes pérdidas en Wall Street. El Dow Jones se hundió 769 puntos, mientras que el S&P 500 cayó 1,1% y el Nasdaq 1,3%. Las mayores pérdidas provinieron de los sectores financiero y tecnológico: Nvidia retrocedió 2,1%, Apple 1,4%, y los gigantes de pagos Visa y Mastercard más del 4%. Las aerolíneas también recibieron un duro golpe, con caídas superiores al 4,5% para American, Delta y United.
Por el contrario, las acciones energéticas y de defensa vivieron una jornada positiva: Exxon subió 2%, y firmas como Lockheed Martin, RTX y Northrop Grumman ganaron más del 3%.
A nivel semanal, el S&P 500 logró un alza marginal del 0,5%, pero el Dow Jones y el Nasdaq cayeron 1,5% y 0,8% respectivamente.
Vuelve el dólar fuerte
En el mercado de divisas, el euro retrocedió frente al dólar. En épocas de guerra, la divisa estadounidense vuelve a consolidarse como refugio. El índice Dólar rebotó hasta 98,15 tras tocar mínimos el viernes por la mañana, cerrando la semana en 97,70.
Se anticipan posibles brechas al alza en la apertura de los mercados este lunes, especialmente si continúan los ataques cruzados. También se espera volatilidad en el cruce dólar/yen, considerando que el Banco de Japón no muestra intenciones de elevar sus tasas.
Europa exporta menos
El superávit comercial de la Eurozona cayó a 9.900 millones de euros en abril, desde los 13.600 millones del año anterior, muy por debajo de los 18.200 millones esperados. La razón principal: los aranceles estadounidenses. Las exportaciones se redujeron en 1,4% interanual, afectadas por retrocesos en sectores clave como maquinaria, transporte y combustibles.
Las exportaciones a EE.UU. crecieron apenas 3,9%, frente al 63,9% de marzo. Las ventas a China y al Reino Unido cayeron 14,9% y 6% respectivamente. Las importaciones se mantuvieron estables (+0,1%) y fueron impulsadas por el sector químico.
Mejoran los ánimos en EE.UU.
Un respiro llegó desde la Universidad de Michigan: su índice de confianza del consumidor subió a 60,5 en junio, por encima del 53,5 proyectado, tras rozar mínimos históricos en abril y mayo. Es el primer repunte en seis meses, con mejoras tanto en la percepción actual como en las expectativas.
Sin embargo, el nivel sigue 20% por debajo del cierre de 2024. El retroceso refleja el temor a una ralentización provocada por los aranceles estadounidenses. Las expectativas de inflación cayeron: al 5,1% para el próximo año (desde 6,6%) y al 4,1% en el largo plazo.
Crudo al alza
El petróleo WTI se disparó 7,2% el viernes y rozó los 73 dólares por barril, su nivel más alto desde febrero. Aunque los ataques no afectaron infraestructura petrolera directamente, los temores de interrupciones en el estrecho de Ormuz —clave para el suministro global— mantuvieron a los operadores en alerta.
La producción iraní de abril se ubicó en 3,305 millones de barriles diarios, un volumen que refuerza la importancia estratégica del país. También empujaron los precios los últimos datos de la Agencia Internacional de Energía, que reportó una caída mayor a la esperada en las reservas estadounidenses.
La AIE tranquilizó a los mercados asegurando que dispone de 1.200 millones de barriles en reservas de emergencia, listas para ser utilizadas si la crisis escala.
Lo que viene
El conflicto en Medio Oriente será el tema dominante en los próximos días, junto con el desarrollo de las tensas negociaciones comerciales entre EE.UU. y sus principales socios. La mirada también estará en el G7, que se reúne en Canadá para abordar los grandes desafíos globales.
En paralelo, se esperan decisiones de tasas de interés por parte de bancos centrales clave: la Reserva Federal, el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra y el Banco Popular de China, aunque no se prevén cambios. Otros bancos que podrían mover ficha son los de Suiza, Suecia, Noruega, Turquía, Brasil, Indonesia, Filipinas y Taiwán.
En materia económica, se esperan datos relevantes como las ventas minoristas y la producción industrial en EE.UU., la inflación en Reino Unido, el índice ZEW en Alemania y los datos comerciales de Japón.
Saverio Berlinzani, ActivTrades.
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