Por: Ion Jauregui – Analista de ActivTrades
El IBEX 35, índice de referencia español, se encuentra en un punto de inflexión. Aunque el precio promedio de sus componentes apenas representa el 40% de sus máximos históricos, el índice general se mantiene a un 17% del récord alcanzado en 2007. El martes 3 de marzo, tocó una resistencia en los 13.466 puntos, equivalente a un 19,69% por debajo de aquel máximo, lo que revela una brecha significativa entre el potencial alcista y la realidad actual del mercado bursátil español.
El año comenzó con un fuerte repunte en las bolsas europeas —algunos índices subieron más de un 15%—, pero marzo trajo nuevamente la volatilidad. Las amenazas arancelarias de Donald Trump y un cúmulo de incertidumbres geopolíticas contaminaron el ambiente. En ese contexto, el IBEX 35 ha mostrado una inesperada solidez al mantenerse por encima de los 11.000 puntos, un nivel no visto en los últimos 17 años. Incluso tras correcciones puntuales motivadas por decisiones de la Reserva Federal, el índice no ha sufrido retrocesos significativos.
Uno de los elementos más llamativos es el comportamiento dispar de las compañías que lo integran. Mientras firmas como Iberdrola y Aena coquetean con sus máximos históricos, otras como Colonial, Sacyr y Telefónica han perdido más del 80% de su valor respecto a sus mejores momentos. Esta dispersión refleja no solo las diferencias sectoriales, sino también las dificultades estructurales para una recuperación homogénea en un mercado marcado por profundas divergencias en los fundamentos corporativos.
Colonial, Sacyr y Telefónica: espejos de una década desigual
Colonial ofrece un caso emblemático. Durante el auge inmobiliario alcanzó un máximo intradía de 1.423 euros a fines de 2006, bajo la conducción de Luis Portillo. La burbuja estalló con la crisis global post-Lehman y su acción hoy cotiza en torno a los 5,5 euros. Según FactSet, el consenso de analistas fija un precio objetivo de 6,5 euros —con un margen de recuperación del 18%—, aunque algunos vaticinan subidas hasta los 8,5 euros.
Sacyr ha sufrido una caída aún más pronunciada: 92% desde su pico en 42,97 euros. Actualmente ronda los 3 euros por acción, pese a una recuperación del 4% en lo que va del año. En el pasado, la constructora llegó a tentar una compra del BBVA. Pero sus ambiciosas apuestas, como la alianza con Eiffage en Francia, terminaron enredadas en disputas legales.
Telefónica completa la terna de gigantes menguados. En el apogeo de la operación Verónica, que consolidó su presencia en América Latina, la acción alcanzó los 27,96 euros. Hoy apenas bordea los 4,3 euros, un desplome del 85%. La expansión en Alemania, con la adquisición de licencias UMTS para 3G, disparó su endeudamiento. Al cierre del último ejercicio, la relación deuda neta/EBITDA se ubicó en 3,18 veces, un 47% más alta que en el año 2000.
Expectativas: entre el optimismo técnico y la sombra del shock
Pese a los retos individuales, el IBEX ha logrado avanzar. Su versión Total Return, que incorpora dividendos, alcanzó un máximo histórico de 12.850 puntos, equiparándose al EuroStoxx 50. Sin embargo, el índice sin dividendos sigue 17% por debajo de su cumbre, creando una dualidad: por un lado, la esperanza de que la estabilización monetaria impulse una lenta revalorización; por otro, el riesgo latente de una corrección abrupta frente a nuevos shocks externos o problemas internos que erosionen la confianza.
La retórica incendiaria de Donald Trump y el temor a una guerra comercial global suman una capa adicional de incertidumbre. En este contexto, el análisis técnico y el seguimiento de soportes clave se vuelven herramientas esenciales para discernir si el IBEX 35 puede mantenerse firme o si se aproxima un nuevo descenso.
Panorama técnico: soporte fuerte y posible impulso
El índice se encuentra actualmente por encima del soporte clave de 11.239 puntos, nivel que ha servido de base en al menos tres ocasiones. El punto de control (POC), ubicado en los 9.200 puntos, marca una zona de acumulación previa. Desde octubre de 2022, la tendencia ha sido claramente alcista y, según el gráfico semanal, el mercado podría estar gestando un nuevo impulso.
La mecha visible en el último cierre señala resistencia a la caída, mientras que el RSI se sitúa en 69,97%, con un pico de 75% durante la semana de máximos. Una corrección hacia el 50% del rango no sería sorprendente, con soporte técnico en los 12.058 puntos.
Reflexión final
El futuro del IBEX 35 dependerá en gran medida de la capacidad de adaptación de sus empresas frente a un entorno global crecientemente desafiante. Aunque el índice ha dado muestras de resiliencia, la marcada disparidad en su interior muestra que el camino hacia la recuperación plena aún es largo.
La historia reciente del mercado español, hecha de subidas abruptas y correcciones súbitas, sugiere que el optimismo debe ir acompañado de cautela. El IBEX 35 se encuentra, literalmente, en una encrucijada. Y en un mundo donde la volatilidad es la nueva norma, la clave será identificar aquellas compañías que, pese a sus caídas históricas, aún tienen los cimientos para reconstruirse.
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