En un panorama turbulento donde la volatilidad, las crisis y la disrupción tecnológica son la norma, las empresas se enfrentan a una encrucijada: adaptarse o perecer. La supervivencia en este nuevo orden exige una transformación cultural profunda, un cambio radical en la forma de pensar, actuar y operar.
En este contexto, la transformación cultural –que consiste en mejorar la manera en que se hacen las cosas dentro de una empresa– emerge como un pilar fundamental para impulsar la resiliencia empresarial y garantizar la competitividad a largo plazo. Según José Antonio La Rosa, cofundador de SUPERA, consultora experta en transformaciones culturales corporativas, en entornos de alta incertidumbre, las empresas deben adoptar el cambio como una herramienta estratégica para adaptarse rápidamente a las demandas del mercado y aprovechar las oportunidades de crecimiento.
La transformación cultural no solo implica cambios superficiales en los procesos o en la estructura organizativa, sino una redefinición profunda de la mentalidad y las prácticas de la empresa. Es un cambio de paradigma que impulsa una cultura empresarial flexible, innovadora y ágil, donde el cambio se percibe como una oportunidad para crecer y evolucionar constantemente.
¿Cómo se lidera una transformación cultural exitosa?
A menudo hemos escuchado que “la única forma de enfrentar el cambio es con más cambio”. Hoy en día, esta frase se transforma en una verdad fundamental en el mundo actual. Como bien mencionó el experto de SUPERA, es hora de que los líderes empresariales de nuestro país abracen esta filosofía y lideren el camino hacia una transformación cultural integral en sus organizaciones basada en cinco puntos:
- Liderazgo visionario: Los líderes deben ser los primeros en adoptar la nueva cultura, predicando con el ejemplo y transmitiendo una visión clara y convincente del futuro.
- Cultura de aprendizaje: Fomentar una cultura donde el aprendizaje continuo sea la norma, donde el error se vea como una oportunidad de crecimiento y donde la experimentación sea parte del ADN organizacional.
- Agilidad y flexibilidad: Implementar estructuras y procesos ágiles que permitan a la empresa adaptarse con rapidez a los cambios del mercado y responder con eficacia a las nuevas necesidades del cliente.
- Tecnología como aliada: Aprovechar las herramientas tecnológicas disponibles para optimizar procesos, facilitar la comunicación y la colaboración, y obtener insights valiosos para la toma de decisiones.
- Comunicación transparente y abierta: Crear canales de comunicación fluidos y transparentes que permitan a todos los colaboradores sentirse partícipes del cambio y contribuir activamente al éxito de la empresa.
- Enfoque en la gestión de talento de clase mundial: Atraer, desarrollar y retener a los mejores profesionales es fundamental para el éxito de cualquier transformación cultural. Se debe invertir en programas de formación y desarrollo que potencien las habilidades y capacidades de los colaboradores, alineándose con los objetivos estratégicos de la organización.
Finalmente, La Rosa enfatizó en que los CEO y altos mandos que comprendan esta realidad y tomen las medidas necesarias para liderar este cambio estarán mejor posicionados para navegar las turbulentas aguas del mercado y construir empresas resilientes, innovadoras y exitosas.