El gobierno de Donald Trump ha vuelto a sacudir los mercados con su errática comunicación sobre los aranceles. En cuestión de horas, el presidente anunció un nuevo impuesto del 25 % a las importaciones de acero y aluminio desde Canadá, solo para que poco después un portavoz admitiera que el documento aún no había sido firmado.
El resultado fue una jornada marcada por la volatilidad. La constante contradicción en los anuncios genera bruscos cambios de dirección en los precios de los activos, aumentando la incertidumbre y el nerviosismo entre los inversionistas. Y como si fuera parte del guión, al caer la noche, Trump insinuó que podría reducir esos mismos aranceles, en un nuevo giro que dejó al mercado desconcertado.
Pero, ¿es todo esto simple caos o hay una estrategia detrás? La Casa Blanca insiste en que se trata de un plan bien calculado. Hasta el momento, los efectos han sido claros: debilitamiento del dólar, bolsas en corrección e inflación a la baja. La depreciación del billete verde ayuda a corregir los desequilibrios comerciales, mientras que una caída controlada en los mercados de valores podría dar espacio a la Reserva Federal para reducir tasas sin provocar un choque institucional.
A esto se suma el tercer pilar del plan: recortar el gasto en ayuda internacional, con Ucrania y otros programas federales en la mira. Todo en función de frenar un déficit fiscal descontrolado.
Wall Street se sacude, pero resiste
La sesión en Wall Street reflejó el impacto de la incertidumbre. En la mañana, Trump elevó la amenaza arancelaria al 50 %, lo que disparó las pérdidas en los principales índices. Sin embargo, tras el giro de última hora en su discurso, los mercados lograron contener el daño.
El S&P 500 cayó un 0,3 %, mientras que el Dow Jones perdió un 0,75 %. Solo el Nasdaq cerró con una leve ganancia del 0,35 %, tras haber llegado a caer más de un 1 % al inicio del día.
Entre los principales movimientos, Delta Airlines sufrió una caída del 5 % tras presentar previsiones de ganancias por debajo de lo esperado, mientras que Oracle retrocedió un 3 % por resultados decepcionantes. En contraste, las tecnológicas lograron un rebote que mitigó las pérdidas, aunque la volatilidad se disparó tras la decisión de Citigroup de rebajar la calificación de las acciones estadounidenses.
Ahora, la atención de los inversionistas se centra en el dato del Índice de Precios al Consumidor (CPI) de este miércoles, que podría definir los próximos pasos de la Fed.
Divisas: el dólar sigue en la cuerda floja
El euro superó la barrera de 1,0900 frente al dólar, tocando un máximo de 1,0946 en un contexto de debilidad del billete verde. ¿Es esto parte del plan de Trump? Su estrategia de anunciar aranceles y luego recular parece estar diseñada para mantener la incertidumbre y favorecer una depreciación gradual del dólar.
A corto plazo, un dólar más débil ayudaría a reducir los desequilibrios comerciales de EE.UU., aunque los costos inmediatos de los aranceles siguen siendo un factor de presión. En este entorno, los inversionistas han comenzado a reducir posiciones en activos de crecimiento (growth) y buscar refugio en valores más defensivos (value).
Más allá del euro, la mayoría de las divisas lograron avances frente al dólar, con la excepción del yen japonés, que corrigió parte de sus ganancias recientes. Según el Dollar Index, el margen de caída aún es significativo, con objetivos potenciales en 101,90 y hasta 100,00 en el mediano plazo.
Mercado laboral en EE.UU.: las vacantes aumentan
Las ofertas de empleo en Estados Unidos crecieron en 232.000 plazas en enero, alcanzando los 7,74 millones, por encima de las expectativas del mercado, que proyectaban 7,63 millones.
Los sectores de comercio minorista, finanzas, seguros y salud lideraron el aumento de contrataciones, mientras que las oportunidades en servicios profesionales y empresariales disminuyeron.
En el mismo período, las contrataciones aumentaron en 19.000 puestos, llegando a 5,39 millones, mientras que las separaciones laborales subieron en 170.000, situándose en 5,25 millones.
Japón: rendimientos en alza y presiones inflacionarias
Los bonos del gobierno japonés a 10 años superaron el 1,5 % este miércoles, alcanzando niveles no vistos desde la crisis financiera de 2008. El aumento de los rendimientos responde a la tercera ronda consecutiva de alzas salariales impulsadas por las negociaciones laborales de primavera, que buscan compensar la inflación y la escasez de mano de obra.
Desde la década de 1990, cuando Japón entró en su prolongada fase deflacionaria, no se veía un crecimiento salarial de esta magnitud. Se espera que esto impulse el consumo y mantenga la inflación en niveles que podrían justificar nuevos ajustes en la política monetaria.
A pesar de ello, el gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, ha descartado intervenciones inmediatas en el mercado de bonos, señalando que los rendimientos reflejan expectativas del mercado sobre inflación y tasas de interés globales. Aunque se espera que la BOJ mantenga sin cambios su política monetaria en la reunión de marzo, la posibilidad de un endurecimiento futuro sigue sobre la mesa.
Saverio Berlinzani,ActivTrades.
Aviso Legal: La operativa o negociación de instrumentos financieros conlleva un alto riesgo de perder su dinero. La información proporcionada es solamente con fines educativos y no debe ser tomada como consejo de inversión. Por lo tanto, cualquier persona que tome una decisión de inversión basada en la información presentada, lo hace bajo su propio riesgo.