Por Ion Jauregui, analista de ActivTrades.
La atención de los mercados se concentra en Jackson Hole (21 al 23 de agosto), donde Jerome Powell podría ofrecer pistas sobre el rumbo de la política monetaria de Estados Unidos. Bank of America (NYSE: BAC) alerta que el evento podría generar turbulencias: si la Reserva Federal adopta un tono demasiado “dovish”, el repunte bursátil de los últimos meses podría dar paso a la clásica reacción de “compra con el rumor, vende con la noticia”.
¿Qué es Jackson Hole?
Cada agosto, desde 1982, la Reserva Federal de Kansas City organiza en Jackson Hole, Wyoming, un simposio económico internacional que reúne a los principales banqueros centrales, economistas y líderes financieros del mundo. En este año, como en otras ocasiones, participará el peruano Julio Velarde, presidente del BCR.
Aunque se desarrolla en un entorno tranquilo —un centro de conferencias en medio de las Montañas Rocosas—, el evento suele marcar momentos clave en la política monetaria global. Allí, presidentes de la Fed como Alan Greenspan, Ben Bernanke o Jerome Powell han realizado anuncios o discursos que movieron de inmediato a los mercados.
En la práctica, Jackson Hole funciona como un espacio donde la Fed lanza mensajes estratégicos sobre tasas de interés, inflación, empleo o liquidez. Por eso, cada año los inversores siguen de cerca los discursos, interpretando cada palabra como una pista sobre la dirección futura de la política monetaria estadounidense y, por extensión, sobre el rumbo de la economía mundial.
Liquidez en juego
Los estrategas de la entidad, Mark Cabana y Katie Craig, plantean que la Fed podría reestructurar su balance y destinar hasta el 50% de sus activos a T-bills, lo que supondría compras por 2 billones de dólares en dos años. Esa inyección absorbería buena parte de la emisión del Tesoro —USD 825 mil millones en 2026 y USD 1,07 billones en 2027—, buscando reducir riesgos del balance y respaldar la financiación en un periodo de colocaciones récord.
Fundamentos sólidos
En paralelo, Bank of America exhibe fortaleza propia. En 2024 reportó ingresos netos de USD 92 mil millones y utilidades superiores a USD 26 mil millones, con un ROE de 11%. Su ratio CET1 robusto y su diversificación en banca de consumo, inversión y servicios digitales le dan estabilidad. Para los próximos años, analistas prevén un crecimiento de ingresos de 5% anual, que podría potenciarse si la Fed abre un nuevo ciclo de liquidez.
Señales técnicas
Las acciones cerraron ayer en USD 47,92, con un avance de casi 50% en 2025 y cotizando sobre la media móvil de 50 días.
- Soporte clave: USD 44,76.
- Resistencias inmediatas: USD 48,54 y luego USD 49,31.
- Una caída bajo los USD 45,95 podría arrastrar el papel hasta la zona de USD 40.
El RSI en 57,7% apunta a consolidación antes de un nuevo movimiento, mientras que el MACD acaba de confirmar cruce alcista. El “golden cross” de mayo sigue vigente, lo que mantiene la tendencia de largo plazo claramente alcista.
El catalizador Jackson Hole
Para Bank of America, Jackson Hole puede convertirse tanto en fuente de volatilidad como en el inicio de un ciclo expansivo de liquidez que favorezca al sistema financiero en general y a sus propias acciones en particular.
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