Por Ion Jauregui – Analista de ActivTrades.
El 2025 arrancó con muchas razones para apostar por la cautela: tensiones geopolíticas persistentes, una oleada de aranceles entre Estados Unidos y China, y bolsas que habían alcanzado récords históricos a inicios de año. Sin embargo, el mercado tenía otros planes. En lugar de refugiarse en sectores defensivos —esos que suelen resistir mejor los embates de la incertidumbre—, los inversionistas han apostado con fuerza por las acciones cíclicas, aquellas que crecen con la economía: tecnología, banca, industria, bienes de consumo discrecional.
El giro se consolidó tras el llamado “Día de la Liberación”, el pasado 2 de abril, cuando Washington y Pekín impusieron aranceles recíprocos. Aunque las bolsas corrigieron brevemente, la recuperación fue rápida y liderada por Wall Street. Desde entonces, las acciones cíclicas no han dejado de avanzar, alcanzando niveles récord en relación con los sectores defensivos, según datos de Bloomberg y Bank of America.
La banca y la tecnología toman la delantera
Dos sectores se han destacado en esta rotación: el financiero y el tecnológico. En Europa, los bancos se han beneficiado del entorno de tasas altas, lo que ha impulsado sus márgenes de ganancia. El índice Stoxx 600 Banks ha subido un 39% en lo que va del año. Al otro lado del Atlántico, las grandes tecnológicas —Nvidia, Meta y Microsoft— han seguido brillando, impulsadas por la fiebre de la inteligencia artificial.
Energía y salud: los rezagados
No todos han corrido con la misma suerte. La energía, arrastrada por una caída en el precio del petróleo debido al exceso de oferta liderado por la OPEP, ha tenido un año difícil. La salud, por su parte, ha sufrido por las propuestas del expresidente Donald Trump de reducir el precio de los medicamentos, lo que ha golpeado las utilidades de las grandes farmacéuticas.
Europa también rota
Esta tendencia no es exclusiva de Estados Unidos. En el Viejo Continente, índices como el EuroStoxx 50 y el DAX 40 han reflejado el mismo patrón. En el primero, bancos como BNP Paribas, Santander e ING han subido más de 30% gracias a los programas de recompra de acciones y los buenos resultados financieros. Empresas industriales como Airbus y Siemens también se han beneficiado de mayores inversiones en infraestructura y defensa.
En Alemania, el DAX ha subido más del 13% en lo que va del año. SAP e Infineon lideran el avance tecnológico, mientras que fabricantes de autos como BMW y Mercedes-Benz han repuntado gracias a una recuperación en Asia y la transición hacia vehículos eléctricos. En contraste, firmas de salud como Bayer y Fresenius han tenido que recortar sus previsiones ante mayores regulaciones y presiones legales.
¿Y ahora qué?
A pesar del entusiasmo, algunos analistas —entre ellos Morgan Stanley y Deutsche Bank— advierten que podría avecinarse una corrección del 10% al 15% en el S&P 500. En ese escenario, los inversionistas podrían volver a refugiarse en los sectores defensivos.
Pero por ahora, el 2025 es claramente el año de las acciones cíclicas. La economía parece haber dejado atrás el susto arancelario, y los sectores que dependen del crecimiento económico han retomado el liderazgo. Como siempre en los mercados, la clave estará en anticipar el próximo giro.
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