Luis Enrique, entrenador del Paris Saint‑Germain, reconoció hoy que su acción al final de la final del Mundial de Clubes —donde empujó al delantero del Chelsea João Pedro— fue un error fruto de la tensión del partido. En la rueda de prensa celebrada tras la derrota por 3‑0 en Nueva Jersey, aseguró que su única intención fue “separar a los jugadores” para evitar que la trifulca escalara.
“Fue una situación totalmente evitable. Mi objetivo fue calmar, evitar mayores problemas”, afirmó Luis Enrique, al tiempo que se calificó a sí mismo de “tonto” por no controlar sus reflejos en ese momento . Añadió que hubo tensión generalizada entre jugadores de ambos equipos y lamentó que el incidente haya empañado el cierre de un torneo que él considera “con mucho nivel”.
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Además, el técnico español no dudó en admitir la superioridad del Chelsea. “Fueron mejores que nosotros; empezaron muy fuerte y nos costó adaptarnos”, reconoció. También anticipó que revisará el partido con su cuerpo técnico para extraer conclusiones y mejorar en lo táctico y anímico.
El incidente, que se viralizó en las redes, podría acarrear sanciones para Luis Enrique. Por su parte, el presidente del PSG, Nasser Al‑Khelaifi, defendió al técnico y subrayó que su gesto fue para “mantener la disciplina y evitar confrontaciones”.