La envidia es una emoción tan antigua como la humanidad misma.
Desde tiempos remotos, se ha asociado con el “mal de ojo”, una creencia que atribuye poder a quienes miran con recelo el bienestar de otra persona. Pero, realmente, ¿es posible identificar a quienes nos envidian en silencio? Según la especialista en lenguaje no verbal, Rosa María Cifuentes, la respuesta es sí, y se da a través de la observación atenta de gestos y expresiones corporales, tal como detalla en su libro El mal acecha: Lenguaje no verbal de perversos, delincuentes, psicópatas y asesinos.
Con un lenguaje claro y accesible, y una edición enriquecida con ilustraciones alusivas, la autora desvela en cada capítulo las aristas más profundas para detectar el mal, ejemplificando de manera visual y precisa cómo identificar el lenguaje no verbal.
Las señales del rostro y el cuerpo
La envidia suele manifestarse a través de microexpresiones y gestos espontáneos, también conocidos como patógrafos. Según Cifuentes, experta en morfopsicología y comunicación no verbal, estas son algunas claves para reconocer a una persona envidiosa:
• Mirada hostil o evasiva: quienes sienten envidia pueden evitar el contacto visual directo o, por el contrario, mirar con insistencia, pero con una expresión de disgusto.
• Labios tensos o torcida de boca: un gesto involuntario como este revela molestia contenida ante el éxito ajeno.
• Expresión corporal cerrada: brazos cruzados, inclinación leve del cuerpo hacia atrás y posturas defensivas indican rechazo y desagrado.
• Comportamiento pasivo-agresivo: comentarios sarcásticos, descalificaciones o intentos de minimizar logros suelen acompañarse de gestos de burla o desdén.
En su libro El mal acecha, Lenguaje no verbal de perversos, delincuentes, psicópatas y asesinos, Rosa María Cifuentes narra casos en los que la envidia se traduce en sabotaje laboral, relaciones interpersonales tóxicas y hasta comportamientos autodestructivos.
Protección contra la envidia
Si bien es difícil evitar la envidia ajena, existen estrategias para neutralizar su impacto:
• Evitar compartir logros con personas de dudosa confianza.
• Rodearse de personas con mentalidad positiva y de crecimiento.
• No reaccionar ante provocaciones ni caer en juegos de manipulación.
• Confiar en la intuición y observar con atención el lenguaje corporal de los demás.
El estudio del lenguaje no verbal permite identificar a tiempo las intenciones ocultas de quienes nos rodean. Aprender a leer estas señales puede ser una herramienta valiosa para proteger la estabilidad emocional y el entorno laboral y personal. Como señala Cifuentes en su libro, comprender la envidia y sus manifestaciones es clave para aprender a gestionarla y evitar que afecte nuestra vida.
