La Gerencia de Cultura y Turismo de la Municipalidad de San Isidro presenta en el Palacio Municipal y de la Cultura la exposición Estructural, una muestra que reúne a seis destacados artistas contemporáneos bajo la curaduría de Mariela Lairet, con la participación de la gestora cultural Julia Vanessa Melgar Polanco.
El proyecto surge de una pregunta central: ¿qué nos sostiene realmente en el mundo que hemos construido y que, a la vez, nos rige? A partir de esa inquietud, los artistas José Bazo, Antonio De Loayza, José Arturo Lugon, Daniel Martínez, María Pía Torrejón y Fredy Tuanama despliegan obras que invitan a reflexionar sobre las tensiones y estructuras que configuran nuestra vida cotidiana.
Las propuestas artísticas se entrelazan desde diferentes enfoques: la crítica social, la contemplación científica y la mirada lúdica. Así, el visitante recorre un mosaico de perspectivas que van desde la exploración de raíces ancestrales hasta el uso de inteligencia artificial para traducir los patrones de la naturaleza.

Cada artista ofrece una visión particular:
- José Arturo Lugon transforma lo cotidiano en experiencias abstractas que revelan la belleza de lo cercano.
- Antonio De Loayza recurre a las raíces ancestrales como un gesto de resistencia cultural y de reencuentro con la unidad perdida.
- Fredy Tuanama, desde la Amazonía, reinterpreta los patrones Kené como cartografías cósmicas que preservan memoria y espiritualidad.
- Daniel Martínez utiliza la inteligencia artificial para traducir algoritmos naturales en imágenes que muestran la estructura oculta de la vida.
- María Pía Torrejón explora el frágil equilibrio entre protección y amenaza en medio del caos cotidiano.
- José Bazo fusiona símbolos ancestrales con retratos contemporáneos para reflexionar sobre identidad, mestizaje y globalización.
Estructural no busca ofrecer respuestas definitivas, sino abrir preguntas: cómo habitamos este tiempo, cómo nos relacionamos con los demás y con nuestra historia, y de qué manera lo ancestral y lo contemporáneo dialogan en nuestra sensibilidad.
La exposición invita a detenerse en lo fundamental. Como señala la curaduría, cada obra funciona como una ventana hacia esa estructura compartida que nos sostiene y que, en su complejidad, nos conecta con el pasado, el presente y el porvenir.