Una de las más preciosas formas de permanecer en el tiempo es cuando los que te quieren y admiran nos recuerdan. Así, la antigua sala limeña de la Asociación de Artistas Aficionados (AAA), fundada hace 86 años, celebra con 6 obras, como una ofrenda pública, para homenajear al inolvidable promotor de la cultura escénica en el Perú: Ricardo Roca Rey (1920-1985). Es un gesto de persistente gratitud para quien consagró su vida al teatro y tuvo un ferviente compromiso con la persistente AAA.
El breve ciclo inicia con El gran teatro del mundo de Pedro Calderón de la Barca, un clásico del teatro occidental, que fue un montaje muy aplaudido de Roca Rey. Esta vez, en clave resumida, más con fines pedagógicos, la puesta tiene más posibilidades y oportunidades futuras que resultados relevantes. En cambio, con La voz humana de Jean Cocteau, la dramatización conmovedora que exige el guion, la representación intensa de desamor, el dolor por el abandono de quien ama, tiene una textura escénica adecuada y una actuación a la altura de la exigencia afectiva. Pero, Maquillage de Jorge Eduardo Eielson, cuyo libreto nunca estuvo perdido sino resguardado en los archivos de la AAA, es una producción reveladora y radiante, posee la atmósfera sensitiva que plantea el poeta, con una visión comedida del espacio y el tenue absurdo existencial; el inédito de Eielson, ahora expuesto, es la apuesta por configurar una arquitectura dramática coherente con sus principios artísticos.
En la segunda parte de la celebratoria e imperdible temporada, nos muestra la contundencia inteligente, visionaria, palpitante, imaginativa de Enrique Solari Swayne con Áyax Telamonio y Collacocha. En esta versión, Ayax, es planteado como una tensión de heroísmos que confabulan y que reconocen sus debilidades, combina con agilidad y frescura lo lúdico juvenil con la enseñanza sin moralinas, siendo a la vez, directo, cuerdo, reflexivamente cauteloso. Sin embargo, este homenaje alcanza con la interpretación en Collacocha, un grado superlativo de desenvoltura actoral y de un diálogo clarividente totalmente actual. Solari es un extraordinario referente de la historia teatral peruana cuyas obras deberían ser permanente repuestas que alguien como Roca Rey, con lucidez respetuosa, lo tenía bien claro. Fue una alianza virtuosa, fraterna, inigualable, que, durante años, en la que ambos colaboraron maravillosamente, llevaron a nuestro teatro a sus nuevas fronteras escénicas.
Estos Momentos, finalizan con Nuestro pueblo de Thornton Wilder, mostrando con languidez el valor de las vidas cotidianas a través de la curva de sus alegrías y desconsuelos. La obra norteamericana cierra admirablemente esta conmemoración, cuyo ofertorio escénico que se despliega, es una recompensa cultural y generosa de teatro peruano.
Ficha:
Dirección: Ximena Arroyo y Omar del Águila
Actúan: Antonio Aguinaga, Yasmin Loayza Juárez, Beto Benites, Fiorella Díaz, Manuel Calderón, Tania López Bravo, Alaín Salinas, Miguel Ángel Oliva, Marcos Soto, Andrea Ávalos, Mauricio Linares y Ximena Arroyo.
Lugar: AAA, Jr. Ica 323, Cercado de Lima