El Perú debe ser el único país del mundo en el que cada vez que un artista se atreve a tener una posición política, se le van encima y si además se anima a ejercer su legítimo derecho ciudadano de participar como candidato al congreso o a cualquier otro cargo público, incluido la presidencia, a muchos les da urticaria.
En Estados Unidos la mayoría de los artistas tiene una postura política y no hay ningún reparo en darla a conocer o inclusive de ser militante de un partido o de otro. No es casualidad que actores como Arnold Schwarzenegger y Ronald Reagan hayan sido gobernadores de California por el Partido Republicano y que este último haya llegado a la presidencia dos veces, siendo reelecto en 1984 después de un primer gobierno en el que le fue mejor de lo que muchos esperaban.
En Ucrania, Volodímir Zelenski, quien fue actor, director, productor y guionista de radio y televisión no sorprendió a nadie cuando fue elegido como presidente de ese país, porque incluso antes de que lanzara su candidatura ya era el favorito en las encuestas. Ya en funciones, en plena guerra contra Rusia, se convirtió practicamente en un héroe, ganando una amplia admiración internacional, al punto que ha sido descrito como un símbolo de la resistencia ucraniana.
Aquí más cerquita, en Argentina, Ramón ‘Palito’ Ortega fue gobernador de Tucumán, su provincia natal (de 1991 a 1995) y entre 1998 y el 2001 ejerció como senador e incluso fue candidato en 1999 fue candidato a la vicepresidencia de la Nación acompañando a Eduardo Duhakde por el Partido Justicialista y la Unión del Centro Democrático.
Y bueno, no podemos dejar de mencionar que en el Perú tenemos a Susy Díaz, quien según sus propias palabras, se animó a postular al congreso “Porque necesitaba más contratos como vedette”. No imaginó que llegaría, pero con su campaña pintándose el número 13 en el trasero, inspirada en la parlamentaria italiana la Cicciolina, logró hacerlo y no perdio el tiempo: presentó 120 proyectosde ley, 34 de los cuales fueran aprobados. Muchísimo más que el promedio de congresitas (hay algunos que nunca presentaron ni un solo proyecto). Hace poco, Patricia Li Sotelo, le propuso ser candidata a diputada por Somos Perú, pero a pesar de haber aceptado en un comienzo, después decidio dar un paso al costado porque sabe que sería demasiado stress.
Actualmente tenemos a Susel Paredes como congresista y se esté o no de acuerdo con su ideología, nadie puede negar que es una de las más activas (una de las principales opositoras del régimen de Dina Boluarte) y consecuentes del Parlamento.
Se sabe que el imitador Carlos Álvarez es oficialmente el precandidato presidencial del partido País Para todos, hace años que el cómico coquetea con la política ¿por qué no? En fin, lo que quiero decir, es que aunque no sé cuantos artistas estarán en alguna lista parlamentaria para las elecciones del 2026, ni sé que partidos han considerado invitarlos a participar de las próximas elecciones (al parecer todavía ninguno ha empezado su campaña), creo que, como cualquier otro peruano, tienen derecho a hacerlo, así como tienen derecho a participar en marchas, en mítines partidarios, a ser militantes del partido de su elección, a ser de derecha o de izquierda, pero, sobre todo, a opinar libremente de política, cuando les venga en gana, como cualquier ciudadano.