Durante 19 días los Juegos Olímpicos París 2024 nos hicieron soñar nuevamente con un país distinto, con esperanza, pero también con un mundo distinto. Como dijo Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional en su discurso de clausura: “Pese a todas las tensiones de nuestro mundo han venido acá para hacer brillar la ciudad de la luz más fuerte que nunca… Nos han mostrado lo grandiosos que los humanos somos capaces de llegar a ser. Han vivido juntos en la villa olímpica, se han abrazado unos a otros, se han respetado unos a otros, incluso si sus países han sido separados por guerras o conflictos. Han creado una cultura de paz. Gracias por hacernos soñar, gracias por hacernos creer en un mundo mejor para todos”.
Y no son solo palabras, hay muchas imágenes que quedarán para siempre en el recuerdo, como aquella cuando en medio de una acalorada discusión en la final de vóley playa femenino, en la que, por lo menos cuatro jugadoras parecían descontroladas y el árbitro no sabía qué hacer, el DJ puso el tema Imagine de John Lennon y los rostros de las chicas comenzaron a cambiar de rabia y molestia a sonrisas. El público empezó a corear la canción : “ Imagine all the people sharing all the world…” y todo el ambiente cambió ¡El poder de una canción!
O aquella postal maravillosa –para muchos la mejor foto del evento– que resume el verdadero espíritu de lo que deberían ser los eventos deportivos como este, cuando en el podio en el que la brasileña Rebeca Andrade recibía la medalla de oro por gimnasia de piso y la gran Simone Biles (para mí la gran estrella de los JJOO) que se llevaba, en esa oportunidad, la medalla de plata y su compañera Jordan Chiles (bronce), también de Estados Unidos le hicieron una reverencia reconociendo su talento. No solo es una imagen poderosa, sino que transmite un gran mensaje. Como declaró después la propia Biles: “Se gana con gracia y se pierde con gracia. Y creo que fue realmente especial que lo vean, sobre todo, las niñas que nos siguen”.
Para los peruanos, por supuesto, el mejor momento fue el que protagonizó Stefano Peschiera en el mar de Marsella, donde ganó la madalla de bronce en vela, modalidad Dinghy y nos llevó al podio después de 32 años sin medallas. Pero además, la delegación trajo también seis diplomas, habiendo realizado la mejor participación de los últimos tiempos y demostrando que estamos a la altura de competencias de esta categoría
El canal encargado del transmitir el evento en la señal abierta fue ATV, que pese al esfuerzo y los madrugones de los conductores no siempre ofrecían la mejor información, sobre todo cuando no invitaban a un especialista en la disciplina que estaba en pantalla y no encontraban nada mejor que decir cosas tan básicas como: “yo hacía eso en el colegio” o mandar saluditos. Y en la clausura, por ejemplo, no atinaban a decir quién estaba cantando, por ejemplo, cuando aparecieron artistas tan conocidos como Red Hot Chili Peppers, Billie Eilish y Snoop Dogg. Ni qué decir cuando, para el gran final, salió la francesa Yseult, con una hermosa interpretación de A mi manera. Ni una palabra ¡Ni siquiera los de produccion intentaron buscar en google!
Sin embargo, el trabajo de los corresponsales Patrick Espejo y Juan Palacios estaba en otro nivel. Ellos sí estaban siempre bien informados, pendientes de todo lo que sucedía, sobre todo, con los representantes peruanos, al punto que cuando les pedían declaraciones, el trato era tan cercano que parecían parte de la delegación. Quizás ellos debieron tener mayor protagonismo. A tenerlo en cuenta para la próxima.