Javier Milei, el controvertido candidato en las elecciones de Argentina, se ha convertido en un fenómeno político: ha cambiado la agenda del debate público en su país. Hoy en día, la discusión es esencialmente económica. Claro, Argentina tiene algo más de 140% de inflación y una la devaluación galopante: el dólar paralelo vale cuatro veces más que el oficial. Se estima que más del 40% de la población es pobre.
Este breve, pero representativo repaso de la situación, invita a recordar al Perú del año noventa. Con cifras igualmente elevadas, aunque no iguales, el problema central era económico, no obstante la presencia cada vez más activa del terrorismo de Sendero Luminoso. Alan García, en los cinco años de su primer gobierno (1985-1990), cambió tres veces de moneda y le quitó nueve ceros. Del sol pasamos al inti y luego al inti millón. Un sol de 1985 era equivalente a uno de mil millones del de 1990. La inflación llegó en el período a 2’178,482%.
Vargas Llosa irrumpió a la escena política en dichas circunstancias y ante la decisión de estatizar la banca. La historia posterior es harto conocida. Un desconocido personaje, Alberto Fujimori, ganó la presidencia de la República. Empezó a ejecutar el programa de Vargas Llosa, pero lo desnaturalizó al extremo de convertirse en un dictador.
Vargas Llosa presentó un programa liberal que cambió la agenda política del Perú. Javier Milei ha hecho algo parecido en Argentina. Surge entonces una gran pregunta: ¿por qué Milei, según las elecciones primarias ya realizadas y todas las encuestas de opinión, puede ser el próximo presidente de los argentinos, y Vargas Llosa no lo fue de los peruanos?
Hay una posible aceptable respuesta: Javier Milei ha sabido escoger a su verdadero adversario. Su enemigo no es la inflación, el costo de vida, la devaluación. Su verdadero enemigo, es la clase política, toda, sin expedición, a la cual ha bautizado como “la casta política”, directa responsable del desastre en el cual se encuentra el país desde hace medio siglo. No hay que confundir los efectos con la causa. Sostiene Milei que lo que hay que desaparecer de Argentina es a los culpables de la calamidad en la se encuentra, y ellos son los integrantes de la denominada “casta política”. Tiene un raciocinio lógico elemental: no se puede seguir creyendo que los políticos, causantes de la debacle, sean quienes la resuelvan. En consecuencia, siguiendo con su argumento, hay que descartar a todos quienes encarnan “la casta política”. El mensaje es tan potente que Milei viene recogiendo votos transversalmente, desde todos los sectores sociales y todas las edades.
Vargas Llosa en 1990 presentó al Perú un programa liberal que se dedicó a difundir. El pueblo no votó por él. Javier Milei ha presentado un programa liberal en Argentina. A lo que se ha dedicado es a responsabilizar a “la casta política” de la calamitosa situación actual.
Hay dos preguntas para responder más adelante: ¿ganará Milei? y ¿cómo gobernará?
*Abogado y fundador del original Foro Democrático