Tres personalidades mundiales conocedoras de la realidad peruana han coincidido recientemente en manifestarse sobre las causas y consecuencias de la crisis política actual del Perú. Presentamos sus posiciones como observadores externos de nuestra realidad, para que usted mismo saque sus conclusiones.
James A. Robinson es un economista y politólogo británico-estadounidense, galardonado con el Premio Nobel de Economía en 2024. Es mundialmente conocido por ser el coautor (junto a Daron Acemoglu) del influyente libro “¿Por qué fracasan los países?” (2012). Su tesis central es que la prosperidad o el fracaso de las naciones no depende de la geografía, la cultura o los recursos naturales, sino de la calidad de sus instituciones políticas y económicas. Sostiene que las “instituciones inclusivas” llevan al éxito, mientras que las “instituciones extractivas” llevan al fracaso..
Michael Reid es periodista, analista político y escritor británico especializado en América Latina, con una trayectoria de más de tres décadas siguiendo de cerca la realidad del Perú. Fue editor para las Américas de The Economist y corresponsal en Lima durante varios años. Es autor de libros de referencia como El continente olvidado y Peru: Paths to Prosperity, donde analiza los desafíos institucionales, la desigualdad y el desarrollo del país. Reid es reconocido por su mirada crítica pero equilibrada del Perú
Según Michael Reid, la situación del Perú refleja el retrato de un país atrapado en un círculo vicioso: inseguridad ciudadana, hegemonía de poderes fácticos ilegales, instituciones débiles, corrupción endémica, política fragmentada y una ciudadanía que se siente sola frente al Estado. La crisis actual, más que un episodio aislado, es el síntoma visible de un desgaste profundo en los cimientos mismos de la democracia peruana.
El sistema de justicia, la Policía y el propio Congreso registran niveles mínimos de aprobación y son percibidos por la mayoría de ciudadanos como corruptos e ineficaces. Así, las instituciones que deberían sostener la democracia se han convertido, en muchos casos, en parte del problema.
A ello se suma una fragmentación política extrema: el Congreso está formado por una multitud de partidos sin cohesión ni ideología definida. Esta dispersión impide construir coaliciones estables de gobierno y fomenta una política de corto plazo, basada en el intercambio de favores y alianzas oportunistas entre el Ejecutivo y el Legislativo. En lugar de políticas de Estado, predominan los pactos de conveniencia.
Reid señala además que el núcleo de la crisis es la corrupción sistémica. En las últimas décadas, prácticamente todos los presidentes del país —junto con buena parte del Congreso— han estado involucrados en escándalos. Esta corrupción estructural impide que el Estado cumpla sus funciones más básicas: garantizar seguridad, educación y salud de calidad. La ciudadanía percibe un aparato estatal capturado por intereses particulares, donde la impunidad se ha normalizado.
Finalmente, Reid subraya el profundo divorcio entre las élites y la ciudadanía. Existe una brecha creciente entre la clase política —tanto en Lima como en las regiones— y las necesidades reales de la población. Los peruanos se sienten abandonados por un sistema que no los protege, no los representa y no les ofrece oportunidades de progreso, alimentando la desconfianza y el desencanto con la democracia.
Will Freeman es investigador especializado en América Latina en el Council on Foreign Relations (CFR), uno de los centros de pensamiento más influyentes de Estados Unidos. Politólogo formado en Harvard y Princeton, ha dedicado buena parte de su trabajo académico y periodístico al estudio de la crisis democrática y la corrupción institucional en el Perú, país que conoce de cerca y sobre el cual ha publicado múltiples análisis en medios internacionales como The New York Times y Foreign Affairs.