El congresista Carlos Anderson Ramírez falleció este viernes a los 65 años, dejando tras de sí una trayectoria singular en la política peruana: la de un profesional de sólida formación técnica que nunca terminó de encajar en un Parlamento acostumbrado a otros códigos. Economista, banquero, periodista especializado y exfuncionario público, Anderson fue una voz crítica, incómoda y, para muchos, necesaria en el periodo legislativo 2021–2026.
Nacido en Lima el 13 de junio de 1960, Anderson estudió Economía en la Universidad del Pacífico y realizó estudios de posgrado en la Universidad de Londres, además de pasar por la London School of Economics y la Universidad de Harvard. Antes de llegar al Congreso, construyó una carrera en el análisis económico, el sistema financiero y el periodismo especializado, con una etapa destacada en la BBC de Londres, donde fue recordado por colegas como un profesional riguroso, irónico y de conversación aguda.
Fue elegido congresista por Lima en las Elecciones Generales de 2021 con Podemos Perú, obteniendo 14,052 votos y ocupando el tercer lugar de la lista. Sin embargo, su paso por la bancada fue breve. En marzo de 2022 renunció de manera irrevocable, marcando distancia del partido liderado por José Luna Gálvez. “Prefiero estar solo que mal acompañado”, escribió entonces, al explicar que no podía ser parte de una agrupación que —a su juicio— reproducía prácticas que consideraba un “cáncer de la política peruana”: el uso del poder y los cargos públicos como moneda de cambio.
Su salida se produjo tras la difusión de reuniones de un colega de bancada en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, de las cuales derivaron nombramientos que Anderson consideró éticamente inaceptables. Desde entonces se mantuvo como congresista no agrupado, condición desde la cual reforzó su perfil crítico frente al propio Congreso, a las bancadas tradicionales y a los gobiernos de turno.
Esa independencia le valió tanto reconocimiento ciudadano como una abierta animadversión dentro del hemiciclo. Anderson fue, para muchos de sus colegas, un parlamentario difícil: directo, con lenguaje articulado, poco dado a la negociación silenciosa. Para otros, uno de los pocos congresistas que intentó sostener una línea coherente entre discurso y conducta. Había manifestado incluso su intención de postular a la Presidencia de la República en las próximas elecciones.
Tras conocerse su fallecimiento, las reacciones más sentidas llegaron desde fuera del Parlamento. Excompañeros del Servicio Latinoamericano de la BBC de Londres lo recordaron como un político atípico en el Perú. “Me hubiera gustado votar por ti en las próximas elecciones. Uno de los pocos políticos decentes en el Perú”, escribió el exconductor de noticias de canal 2, Julio García. Por otro lado, la periodista paraguaya, Andrea Machain, destacó su “impresionante sentido del humor”, mientras que el periodista venezolano Xabier Celaya evocó una frase recurrente de Anderson: “Siempre decía: ‘Algún día ser presidente del Perú’”.
El presidente del Congreso, Fernando Rospigliosi, confirmó que Anderson atravesaba desde hace un tiempo problemas de salud y lo calificó como “un economista muy prestigioso”. Con su muerte, se convierte en el quinto congresista fallecido en el actual periodo legislativo, tras Enrique Wong, Fernando Herrera Mamani, Nano Guerra García y Hitler Saavedra.
De acuerdo con la normativa electoral, su escaño será asumido por Judith Laura Rojas, accesitaria de Podemos Perú por Lima, docente y política que ocupó el cuarto lugar en la lista de 2021. El Jurado Nacional de Elecciones deberá emitir las credenciales correspondientes antes de su juramentación en el Pleno.
Carlos Anderson deja el recuerdo de un parlamentario que nunca terminó de adaptarse al Congreso, pero que tampoco quiso hacerlo. En un sistema acostumbrado a la disciplina partidaria y al cálculo político, eligió la soledad, la crítica y la consecuencia. Para algunos, fue un error; para otros, su mayor mérito.