Las celebraciones de Navidad y Año Nuevo suelen estar marcadas por cenas abundantes, consumo reiterado de panetón, chocolates, bebidas alcohólicas y comidas ricas en grasas y azúcares. Sin embargo, estos excesos sostenidos durante varios días pueden generar serios daños al sistema digestivo y al hígado, advirtió el médico gastroenterólogo Ismael García Lévano, especialista del Hospital María Auxiliadora (HMA) del Ministerio de Salud (Minsa).
El especialista alertó que muchas de las molestias que aparecen en estas fechas suelen minimizarse como simples indigestiones, cuando en realidad pueden ser señales tempranas de alteraciones digestivas que, de no atenderse, pueden derivar en problemas de mayor gravedad.
Hígado graso: una enfermedad frecuente y silenciosa
Uno de los principales riesgos asociados a los excesos alimenticios es el hígado graso, una de las enfermedades hepáticas más frecuentes en el Perú. Según explicó el Dr. García Lévano, esta condición se caracteriza por la acumulación de grasa en el hígado y presenta un problema adicional: no genera síntomas en sus primeras etapas.
“El hígado graso suele pasar desapercibido porque no produce dolor ni señales evidentes. En muchos casos se detecta de manera incidental, durante una ecografía abdominal realizada por otros motivos, cuando la acumulación de grasa ya está comprometiendo la función hepática”, señaló el especialista.
El consumo repetido de alimentos ricos en azúcares y grasas, especialmente durante periodos festivos prolongados, favorece este tipo de afecciones, incrementando el riesgo de complicaciones a mediano y largo plazo.
Azúcares, grasas y alcohol sobrecargan el sistema digestivo
El médico gastroenterólogo explicó que la ingesta constante de comidas copiosas y bebidas alcohólicas sobrecarga el organismo, altera el funcionamiento normal del estómago y estimula una mayor producción de ácido gástrico. Esto puede generar síntomas como acidez, ardor, distensión abdominal y sensación de pesadez.
Asimismo, precisó que las grasas, los azúcares y el alcohol enlentecen la digestión, incrementan la acidez gástrica y favorecen el reflujo gastroesofágico, especialmente cuando las comidas se realizan en horarios nocturnos.
“El cuerpo no está preparado para procesar grandes cantidades de comida concentradas en pocas horas y mucho menos durante la noche”, advirtió el especialista, quien recomendó moderar las porciones y evitar el consumo excesivo antes de dormir.
Recomendaciones para una cena navideña más saludable
Durante las cenas festivas, el Dr. García Lévano recomendó optar por alimentos de menor impacto digestivo, como carnes magras —pollo o pavo sin piel—, acompañadas de porciones moderadas de carbohidratos y el uso de grasas saludables.
Estas elecciones ayudan a reducir la sobrecarga del estómago y del hígado, y disminuyen el riesgo de molestias digestivas posteriores. Asimismo, recomendó evitar el consumo excesivo de dulces, bebidas azucaradas y alcohol, especialmente de forma consecutiva durante varios días.
Cenar tarde y ayunos prolongados: prácticas que agravan el problema
El especialista también advirtió que cenar tarde y en exceso es una práctica frecuente durante las fiestas que incrementa las molestias digestivas y agrava el reflujo. Contrario a lo que muchos creen, realizar ayunos prolongados al día siguiente no compensa los excesos, sino que puede alterar aún más el funcionamiento normal del sistema digestivo.
“Saltarse comidas no corrige el daño generado por una cena copiosa. Por el contrario, puede aumentar la acidez y generar mayor irritación gástrica”, explicó.
Gastritis: una de las afecciones más comunes en fiestas
Finalmente, el médico señaló que la gastritis es una de las patologías más frecuentes durante las celebraciones de fin de año, debido al abuso de condimentos, grasas y dulces que irritan la mucosa gástrica.
Esta condición puede evolucionar hacia cuadros más severos, con síntomas como dolor intenso en la boca del estómago, dificultad para tragar, sangrado digestivo o pérdida de peso. Estos signos de alarma, enfatizó, requieren atención médica inmediata para evitar complicaciones mayores.