Es un verdadero cabeza a cabeza contra el reloj. El mercado alemán se pregunta si el DAX aún tiene combustible para superar la simbólica barrera de los 24.500 puntos antes de la Nochebuena, o si el rally navideño llegará hasta ahí.
La sesión del lunes dejó pistas claras: el ánimo es positivo, pero el ritmo se ha vuelto marcadamente lento y predecible, casi en “modo festivo”. El máximo del día se marcó apenas iniciada la jornada —algo poco habitual— y luego el índice derivó en un movimiento lateral que terminó con un cierre prácticamente plano, en 24.283,97 puntos.
No es casual. En la recta final antes de las fiestas, buena parte de los grandes jugadores institucionales ya abandonó el parqué rumbo a las vacaciones. Y esa ausencia tiene un doble efecto: reduce el volumen, pero aumenta la sensibilidad del mercado. Con liquidez escasa, cualquier orden relativamente pequeña —o una noticia inesperada— puede provocar movimientos bruscos.
La clave del día llega desde EE.UU.
Mientras Europa entra en la clásica plätzchenstimmung (el espíritu de las galletas navideñas), Estados Unidos sigue a pleno. Este martes por la tarde, Wall Street recibirá un verdadero aluvión de datos económicos que podría actuar como catalizador decisivo.
Debido a los ajustes provocados por el reciente shutdown, la Oficina de Análisis Económico (BEA) publicará a las 14:30 (hora de Europa) indicadores de alto impacto:
- PIB de EE.UU. (tercer trimestre): la primera estimación oficial es seguida de cerca (consenso: alrededor de 3,2%).
- Órdenes de bienes duraderos, clave para medir el pulso de la inversión empresarial.
- Índice de precios PCE, el termómetro inflacionario preferido de la Reserva Federal, que puede reavivar —o enfriar— las expectativas de recortes de tasas en 2026.
Con un mercado tan liviano, estas cifras pueden inclinar la balanza: o empujan al DAX por encima de los 24.500 puntos, o activan una toma de ganancias de corto plazo.
Acciones en foco: Rheinmetall y el efecto “sell the news”
En el frente corporativo, Rheinmetall sigue en el centro de la escena. Pese a nuevos contratos millonarios, la acción muestra signos de cansancio. Tras un año extraordinario —con subas superiores al 150%—, muchos inversores parecen optar por asegurar beneficios bajo la clásica lógica de sell the news.
Muy distinto es el clima en Infineon. La acción se beneficia del renovado impulso del Nasdaq y se acerca al nivel técnico clave de los 37,75 euros. Si el sector tecnológico estadounidense mantiene su fortaleza, un quiebre de esa resistencia antes del cierre del año aparece como un escenario perfectamente plausible.
Oro en alerta: cuando el refugio no descansa
Hay, sin embargo, un dato que inquieta a los analistas más atentos. Mientras los mercados bursátiles se sostienen cerca de máximos, el oro sigue marcando récord tras récord. Este lunes, la onza superó por primera vez los 4.400 dólares.
Esta “doble fiesta” no es habitual. Que el oro suba con tanta fuerza en un contexto de acciones caras y apetito por riesgo sugiere algo más profundo: los grandes operadores se están cubriendo. El mensaje implícito es claro: el optimismo existe, pero no es ingenuo. El mercado disfruta del rally, pero compra seguro ante cualquier sobresalto.
En síntesis
No hay que esperar milagros de último minuto. Con una ganancia anual cercana al 21%, el DAX cierra un 2025 excepcional. Si la barrera de los 24.500 puntos cae o no antes de Navidad dependerá exclusivamente del impulso que llegue desde Estados Unidos.
Si no ocurre, nadie podrá decir que fue un mal año. Y eso, en los mercados, ya es mucho.
Frank Sohlleder – analista de ActivTrades.
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