A menos de cuatro meses de las elecciones presidenciales de 2026, el escenario político peruano continúa marcado por la incertidumbre ciudadana. De acuerdo con la más reciente encuesta de Ipsos para América TV, difundida por Cuarto Poder, el 48% de los peruanos no sabe por quién votar o piensa emitir un voto en blanco o viciado, una cifra que refleja el alto nivel de desafección política y desconfianza hacia la oferta electoral.
El estudio revela que un 28% del electorado afirma que votará en blanco, viciado o por ninguno de los candidatos, mientras que un 20% aún no precisa su decisión de voto con miras a la jornada electoral del 12 de abril de 2026. Este comportamiento anticipa una campaña con un alto porcentaje de electores indecisos hasta las semanas finales.
Intención de voto fragmentada
En un escenario de alta dispersión, el candidato que lidera la intención de voto es Rafael López Aliaga, de Renovación Popular, con apenas 10%, una cifra que, si bien lo coloca en primer lugar, evidencia la falta de un liderazgo claro en el electorado.
Le siguen Keiko Fujimori con 7%, Mario Vizcarra con 5%, Carlos Álvarez con 4%, y luego César Acuña y Alfonso López Chau, ambos con 3%. Más atrás aparecen Yonhy Lescano, Carlos Espá, José Luna Gálvez y Rafael Belaunde, quienes registran 2% cada uno.
En comparación con la medición de la segunda quincena de noviembre, López Aliaga sube un punto porcentual, Keiko Fujimori se mantiene, mientras que Mario Vizcarra cae dos puntos y Carlos Álvarez retrocede uno, confirmando un escenario altamente volátil.
Desconfianza y desencanto político
La encuesta también indagó en las razones detrás del elevado porcentaje de ciudadanos que optan por el voto blanco o viciado. El 33% de los encuestados señaló que no confía en ninguno de los candidatos, mientras que un 26% afirmó sentirse decepcionado de la política en general.
Asimismo, el 25% indicó que no conoce las propuestas ni los planes de gobierno de los postulantes, el 15% dijo no sentirse representado por ninguna opción política y el 13% sostuvo que “todos los políticos son iguales”. Estos datos refuerzan la percepción de una profunda crisis de representación y legitimidad del sistema político.
Decisión de voto a última hora
Uno de los datos más relevantes del sondeo es el momento en el que los ciudadanos definirán su voto. El 26% manifestó que tomará una decisión una semana antes de las elecciones, mientras que el 11% aseguró que lo hará el mismo día de la votación.
En contraste, un 36% declaró que se mantendrá firme en su decisión de votar en blanco o viciado, lo que anticipa un impacto significativo de este tipo de sufragio en los resultados finales del proceso electoral.
Este comportamiento confirma que la campaña aún tiene un amplio margen para modificar preferencias, pero también evidencia el riesgo de una elección marcada por la apatía y la desafección ciudadana.
Aprobación presidencial en descenso
El estudio de Ipsos también evaluó la percepción ciudadana sobre la gestión del presidente José Jerí. Según los resultados, el 42% aprueba su gestión, mientras que el 43% la desaprueba, reflejando un escenario de división en la opinión pública.
Cabe recordar que en octubre, al inicio de su mandato, Jerí registró 45% de aprobación, cifra que subió a 47% en noviembre, pero que ahora muestra un retroceso en diciembre.
Seguridad ciudadana y reforma del INPE
Respecto a la anunciada reforma total del INPE, el 47% de los encuestados considera que sí contribuirá a mejorar la situación de seguridad en el país. Sin embargo, solo el 16% cree que la delincuencia ha mejorado durante la actual administración, mientras que un 59% opina que la situación sigue igual.
Estos resultados reflejan que, pese a algunas expectativas sobre las reformas anunciadas, la inseguridad ciudadana continúa siendo una de las principales preocupaciones del electorado y un factor clave en la definición del voto.
Un escenario electoral abierto
Con una alta proporción de indecisos, líderes con respaldo limitado y una ciudadanía crítica del sistema político, el panorama rumbo a las elecciones de 2026 se mantiene abierto. La capacidad de los candidatos para conectar con un electorado desencantado y presentar propuestas claras podría ser determinante en los meses finales de campaña.
Mientras tanto, el voto en blanco, viciado y la indecisión emergen como protagonistas silenciosos de una contienda que, por ahora, carece de favoritos sólidos.