La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) informó que hasta el momento no ha sido notificada oficialmente por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) sobre el informe que advierte la inviabilidad técnica del voto digital con miras a las elecciones generales de 2026. Así lo señaló Katiuska Valencia, asesora de la jefatura de la ONPE, al precisar que la entidad solo tomó conocimiento del documento a través de versiones públicas.
“El viernes, como todos, tomamos conocimiento de que existía una información. Ya la hemos solicitado formalmente”, indicó Valencia, al remarcar que la ONPE se encuentra a la espera del informe para poder evaluarlo de manera técnica e institucional.
Evaluación pendiente y auditoría internacional
La funcionaria explicó que el análisis del documento del JNE deberá realizarse de forma conjunta con el predictamen de la auditoría externa internacional, cuyo resultado está previsto para el 30 de diciembre. Recién con ambos insumos —señaló— se podrá adoptar una posición definitiva respecto a la continuidad o no del voto digital en el próximo proceso electoral.
En ese sentido, Valencia subrayó que, hasta ahora, no se puede afirmar que el voto digital haya sido descartado para 2026, ya que aún falta contrastar los informes técnicos y legales correspondientes.
ONPE defiende el carácter legal del piloto digital
La asesora de la ONPE recordó que el voto digital fue implementado como un proyecto piloto, conforme a lo establecido en la Ley 32270, que modificó la Ley Orgánica de Elecciones. Bajo ese marco normativo, se llevaron a cabo auditorías, pruebas técnicas y un registro voluntario de electores.
“El voto digital no ha sido un simple ensayo o un proceso de prueba y error”, enfatizó Valencia. Según detalló, la ONPE cumplió con los requisitos legales y técnicos exigidos, además de brindar al JNE acceso a información contractual, infraestructura tecnológica y espacios de evaluación especializada.
Alcance limitado y población objetivo
El piloto del voto digital tuvo un alcance reducido, con un universo aproximado de 10.000 personas, entre ellas ciudadanos residentes en el extranjero, personal médico y personas con discapacidad. Este carácter acotado —explicó la ONPE— permitió evaluar el sistema sin comprometer la integridad del proceso electoral general.
Valencia sostuvo que la implementación fue progresiva y diseñada para medir el funcionamiento del sistema en condiciones controladas, precisamente para identificar eventuales ajustes antes de una aplicación a mayor escala.
Confianza ciudadana y uso de tecnología electoral
Frente a las críticas que señalan un posible impacto negativo en la confianza ciudadana, la asesora indicó que uno de los objetivos centrales del piloto fue construir esa confianza de manera gradual. “Quienes se inscribieron voluntariamente lo hicieron con pleno conocimiento del carácter piloto del sistema”, afirmó.
Añadió que el uso de tecnología en los procesos electorales no es un fenómeno reciente, sino parte de una evolución sostenida, iniciada con la implementación del voto electrónico presencial en elecciones anteriores.
Decisión final dependerá del cruce de informes
Valencia recalcó que la decisión sobre el futuro del voto digital dependerá del cruce técnico entre el informe del JNE y los resultados de la auditoría internacional. Solo si ambos documentos concluyen que existen deficiencias críticas se podría descartar definitivamente el proyecto.
Finalmente, precisó que el JNE cumple el rol de garante de la legalidad del proceso electoral, mientras que la ONPE es responsable de la implementación técnica. Por ello, insistió en que la evaluación conjunta será determinante para definir si el voto digital continúa o no en las elecciones generales de 2026.