Escribe: JUSTO CARBAJAL AGUIRRE
Tras varios años se realizó la adjudicación para la construcción del parque industrial más grande del país. ¿El ganador? Consorcio Junefield Ancon Industrial Park, integrado por dos empresas: Junefield Holdings Limited y Loudi Engineering & Construction. La creación de este enorme polo industrial costará 1200 millones de dólares. Y la concesión entregada es por veintidós años.
El avance es importante. Y más aún lo es conocer de qué manera este megaproyecto, que pasará al sector privado, contribuirá con el desarrollo industrial y logístico del país. Más aún si es que este espacio podrá enlazarse con ambientes claves como el nuevo aeropuerto y el hub de Chancay.
Las más de 1300 hectáreas lograrán que se instalen en esa área empresas industriales y logísticas de diversas escalas. Solo el terreno costó 180 millones de dólares. El consorcio ganador ha desarrollado proyectos inmobiliarios relacionados a China y a la minería.
De momento se sabe que más de 400 mil personas se verán beneficiadas por esta nueva infraestructura. Se sabe que esta moderna construcción podrá agilizar, por ejemplo, despachos aduaneros, almacenamiento y la concreción de las operaciones comerciales. La zona norte de Lima ha sido fomentada con proyectos de gran valor en el último decenio.
Desde una perspectiva histórica, el Perú ha carecido de verdaderos parques industriales integrales. Si bien durante décadas se habló de la “industrialización” lo real era que no se lograron promover proyectos para fomentar la competitividad en el país. Además, jamás se diseñaron medidas para lograr reducir los costos logísticos que habían golpeado duramente el desarrollo y competencia del Perú.
La expansión industrial en Lima y otras ciudades se dio, durante décadas, de manera fragmentada y mayoritariamente informal, con fábricas insertas en zonas residenciales, sin planificación vial, sin acceso eficiente a puertos y aeropuertos, y con graves impactos ambientales y sociales. El resultado: una estructura productiva cara, poco eficiente y vulnerable. El Parque Industrial de Ancón busca revertir este patrón mediante un modelo moderno, alineado con estándares internacionales de ordenamiento territorial y logística avanzada. Además, tiene la intervención estructural del Estado peruano.
Será el primer parque industrial de relevancia nacional, con un amplio espacio para infraestructura complementaria, áreas de amortiguamiento, servicios, vialidad interna y zonas de soporte urbano. Esta magnitud lo convierte en uno de los proyectos más ambiciosos de América Latina.
¿POR QUÉ ANCÓN?
No es una pregunta menor. Ancón se encuentra prácticamente equidistante de los dos principales puertos del país: el puerto del Callao, a unos 39 kilómetros, y el megapuerto de Chancay, a unos 40 kilómetros. Esta condición impresionantemente favorable lo convierte en un nodo logístico natural. Al estar en medio podrá distribuir carga de manera eficiente, reducir tiempos de traslado y generar menores costos operativos para exportadores e importadores.
Pero más allá de estar en medio de los dos puertos más importantes del país se suma su potencial conexión con el nuevo Jorge Chávez, lo que desde ya puede habilitar operaciones multimodales.
¿Por qué se conoce como “puerto seco” al Parque Industrial de Ancón? Es porque se trata de una plataforma logística interior que concentra servicios aduaneros, almacenamiento, consolidación y desconsolidación de carga, permitiendo que muchos trámites que hoy se realizan en los puertos marítimos se trasladen tierra adentro. Tomando en cuenta que el Callao opera todos los días con mucha congestión, la descentralización es sinónimo de eficiencia.
La obra que se ejecutará de manera progresiva a lo largo de un horizonte de hasta 22 años, es, al día de hoy, uno de los proyectos de infraestructura productiva más importantes del país. 234 empresas industriales ocuparán esta área y, según estimaciones, se generarán más de 280 millones de dólares adicionales en exportaciones.
TRABAJO Y E INCLUSIÓN A MYPES
En el campo laboral, según cálculos, el nuevo parque de Ancón generará hasta 120 000 empleos directos e indirectos. Este progreso podría cambiar el panorama norteño, sobre todo en aquellos olvidados distritos del norte chico.
El proyecto tiene un esquema legal seguro. Se creó bajo el Decreto Legislativo N.º 1199, que crea el Sistema Nacional de Parques Industriales, una herramienta legal diseñada para promover la industrialización ordenada, la formalización empresarial y la competitividad productiva. Este marco legal permite al Estado no solo habilitar suelo industrial, sino también articular políticas de promoción, innovación y sostenibilidad ambiental.
El Ministerio de la Producción informó que el parque industrial no solo está pensado para las grandes corporaciones, sino que viene como un ecosistema productivo inclusivo. El diseño del parque contempla la generación de encadenamientos productivos en los que las pequeñas y medianas empresas –especialmente las MYPES– puedan unirse como proveedoras de bienes y servicios para empresas tractoras de mayor escala. De ser así, las brechas se irán reduciendo.
MEJORAS LOGÍSTICAS
En términos logísticos, el Parque Industrial de Ancón trae consigo varios avances. En primer lugar, la concentración de estas actividades estará en un solo espacio planificado. Así se reducen drásticamente los costos de transporte interno. Como se sabe, en la actualidad los recorridos largos y la congestión son los que elevan los precios del transporte.
En segundo lugar, el parque incorporará estándares modernos en almacenamiento, manejo de carga y tecnologías de información. Se prevé la implementación de sistemas digitales para la gestión logística, la trazabilidad de mercancías y la coordinación con autoridades aduaneras. Esta reducción de burocracia mejorará el sistema y aumentará la predictibilidad de las operaciones.
En tercer lugar, desde el punto de vista ambiental, el parque industrial ha sido concebido bajo criterios de sostenibilidad. La planificación integral permitirá una mejor gestión de residuos, tratamiento de efluentes, control de emisiones y uso eficiente de energía.
Este megaproyecto se da en medio de un contexto de reconfiguración del comercio global. La relocalización de cadenas de suministro, la búsqueda de plataformas logísticas más resilientes y la competencia entre países por atraer inversión industrial, hacen que proyectos como este sean estratégicos.
Lamentablemente no se puede decir que el éxito del proyecto está 100 % garantizado. Hay riesgos asociados a la demora de la ejecución y, sobre todo, a la coordinación con otros sectores. Ya la experiencia internacional ha demostrado que estos proyectos solo funcionan cuando están integrados a políticas públicas coherentes. Así, el gran reto es trabajar para asegurar que el Parque Industrial no se convierta en un espacio aislado.