La confirmación de la presencia de la gripe A H3N2 en el Perú ha vuelto a poner en el centro del debate la baja cobertura de vacunación contra la influenza en poblaciones vulnerables. Especialistas advierten que el problema no es reciente y apuntan a deficiencias de gestión durante el gobierno de Dina Boluarte y la administración del entonces ministro de Salud, César Vásquez.
En declaraciones a Exitosa Noticias, el experto en salud pública Omar Neyra sostuvo que la actual situación es consecuencia directa de una gestión deficiente en el sector Salud. “Ese es un problema de gestión de Boluarte y Vásquez. No se superaron los niveles de inmunización”, afirmó, al calificar de “desastrosa” la conducción del proceso de vacunación en los últimos años.
Las cifras respaldan la alerta. De acuerdo con el analista de datos Juan Carbajal, el 56.9 % de los adultos mayores no ha sido vacunado contra la influenza, lo que equivale a más de un millón de personas en uno de los grupos con mayor riesgo frente a enfermedades respiratorias. Solo el 43.1 % de este sector cuenta con inmunización completa, un porcentaje considerado crítico ante la circulación de nuevas variantes del virus.
Neyra precisó que la baja cobertura no se explica por falta de recursos económicos. “Las vacunas están sin utilizarse o no las compraron porque no calcularon adecuadamente cuántos adultos vulnerables existen”, señaló, subrayando que se trata de un problema de planificación y ejecución, más que de presupuesto.
El especialista advirtió que este escenario deja al país en una situación frágil frente a brotes de influenza, especialmente en adultos mayores y otros grupos vulnerables. A ello se suma el contexto político, marcado por cuestionamientos a exautoridades del sector Salud que, pese a los resultados, buscan mantenerse vigentes en la arena pública.
La detección de la influenza H3N2 expone así las debilidades estructurales del sistema de inmunización en el país y reabre el debate sobre la responsabilidad política en la protección de la salud pública, en momentos en que la prevención resulta clave para evitar una mayor presión sobre los servicios sanitarios.