El mercado mundial del crudo vuelve a agitarse. Este jueves, la Agencia Internacional de Energía (IEA) publicó su informe correspondiente a diciembre de 2025, revelando ajustes clave tanto en la demanda como en la oferta global de petróleo.
Según el organismo, el crecimiento de la demanda mundial de crudo aumentaría en 830 mil barriles por día en 2025, impulsado por mejores condiciones macroeconómicas. Para 2026, la IEA prevé que el incremento sea ligeramente mayor: 860 mil barriles diarios, unos 90 mil más de lo previsto anteriormente.
En contraste, el crecimiento de la oferta global fue revisado a la baja. La IEA recortó su proyección para 2025 en 100 mil barriles diarios, situándola ahora en 3 millones de barriles por día. Para 2026, el ajuste también fue negativo: una reducción de 20 mil barriles diarios, dejando la expectativa en 2,4 millones. Con ello, la oferta mundial se ubicaría en 106,2 millones de barriles diarios en 2025 y subiría a 108,6 millones en 2026.
El organismo señala, además, que el excedente global de crudo se redujo durante el cuarto trimestre de 2025, principalmente por interrupciones en la producción de Kuwait y Kazajistán, así como por la menor extracción en Rusia y Venezuela, ambos afectados por sanciones. Para 2026, ese excedente caería aún más, hasta 3,8 millones de barriles diarios.
Washington incauta un petrolero: crecen las tensiones con China y Rusia
Paralelamente, un nuevo episodio geopolítico amenaza con recalentar el mercado energético. Estados Unidos, que mantiene sanciones de larga data contra las industrias petroleras de Venezuela e Irán, incautó en los últimos días el buque cisterna Skipper, incluido desde 2022 en su lista de embarcaciones sancionadas.
Registros marítimos muestran que el Skipper había operado recientemente como enlace entre Venezuela, Irán y China, transportando crudo sancionado hacia puertos chinos. La captura del buque por parte de las fuerzas estadounidenses podría afectar el acceso de Pekín a petróleo significativamente más barato procedente de ambos países, una situación que difícilmente será bien recibida en la capital china.
El objetivo de Washington con estas incautaciones es claro: restringir las fuentes de ingresos del gobierno de Nicolás Maduro y debilitar su permanencia en el poder. El presidente Donald Trump, según sus declaraciones recientes, considera que “los días de Maduro están contados” y apunta a forzar un cambio político en Caracas. En este escenario aparece también Rusia, que continúa respaldando al mandatario venezolano y sus intereses energéticos.
Este nuevo choque diplomático podría incrementar temporalmente las tensiones entre Estados Unidos, China y Rusia, con repercusiones directas en los precios del crudo. En un mercado tan sensible a las señales geopolíticas, no se descarta que el petróleo sume una prima de riesgo adicional en los próximos días.
Dirk Friczewsky – analista de ActivTrades.
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