Un incendio que expuso un grave vacío de control
El trágico incendio ocurrido la semana pasada en un karaoke de Huancané, en la región Puno, sigue generando conmoción y abre un debate urgente sobre la seguridad en locales nocturnos y la responsabilidad de las autoridades municipales. El siniestro dejó 10 personas fallecidas, convirtiéndose en uno de los hechos más graves registrados en la zona en los últimos años.
La emergencia reveló, una vez más, la precariedad con la que operan numerosos establecimientos de entretenimiento en ciudades intermedias: ausencia de licencias, falta de rutas de evacuación y nulo cumplimiento de protocolos básicos de seguridad. La pregunta clave es: ¿cómo pudo funcionar un local sin licencia, sin medidas de seguridad y sin supervisión municipal hasta llegar a una tragedia de esta magnitud?
Fiscalía detiene al propietario por homicidio calificado por omisión
En las últimas horas, la Fiscalía Provincial Penal de Huancané logró la detención preliminar judicial de José Huanca, propietario del local siniestrado, quien es investigado por el presunto delito de homicidio calificado por omisión impropia. Para el Ministerio Público, la falta de medidas mínimas de seguridad convierte la negligencia en responsabilidad penal.
Durante la audiencia, el fiscal adjunto provincial Wilfredo Flores Espillico sustentó que el local no contaba con licencia de funcionamiento, no había implementado equipos de seguridad contra incendios, ni rutas de escape adecuadas. Según la Fiscalía, estas omisiones agravaron el impacto del incendio e impidieron que las víctimas pudieran evacuar a tiempo.
Además, la detención preliminar fue solicitada como medida urgente ante la posibilidad de obstrucción en la investigación. Ahora, la Fiscalía continúa con diligencias orientadas a determinar si existen otros responsables, incluidos funcionarios que pudieron haber incumplido su labor fiscalizadora.
La pregunta que surge es: ¿este caso marcará un precedente en la sanción penal por omisión de medidas de seguridad en locales comerciales?
Huancané: la informalidad como norma en locales nocturnos
La tragedia ha puesto en evidencia una realidad conocida por la población local: gran parte de los karaokes, bares y discotecas de Huancané —y de muchas provincias del sur— operan sin autorización municipal, sin certificación de Defensa Civil y, en algunos casos, sin declaratoria de edificación conforme.
Vecinos de la zona han asegurado que el establecimiento funcionaba desde hace meses sin control. Recién tras el incendio, la municipalidad inició un operativo para cerrar locales informales, aunque la reacción tardía ha generado críticas.
Expertos consultados señalan que el fenómeno no es aislado. En Puno, los municipios carecen de equipos de fiscalización suficientes y muchas veces “normalizan” la actividad informal mientras no existan denuncias o emergencias. El incendio ha expuesto las consecuencias de esa omisión.
Aquí surge otra pregunta: ¿tienen los municipios la capacidad real para fiscalizar o están dejando que la informalidad avance sin control?
Fiscalía evalúa prisión preventiva y otras responsabilidades
El Ministerio Público continúa recopilando testimonios, registros fílmicos y documentación relacionada al funcionamiento del local. Entre las diligencias se incluyen peritajes estructurales para determinar las causas del incendio y verificar si existió manipulación indebida de instalaciones eléctricas o sobrecarga de equipos.
El fiscal Flores Espillico adelantó que, dependiendo de los avances, podría solicitarse prisión preventiva para Huanca, debido a la gravedad de los hechos y el riesgo procesal. Asimismo, la investigación busca determinar si hubo participación o negligencia de autoridades locales, lo que podría configurar delitos de omisión de funciones.
Una línea de investigación adicional estará centrada en el rol de la Policía, dado que Huancané es una zona con frecuentes intervenciones en bares y locales informales, pero donde las clausuras no son sostenidas en el tiempo.
¿Se repetirá la historia? La urgencia de reformar la fiscalización
La tragedia de Huancané trae inevitablemente el recuerdo de otros incendios mortales en el país. Desde Mesa Redonda hasta Utopia, la falta de fiscalización oportuna y el desinterés por las normas de seguridad han sido factores recurrentes. Pese a ello, no existe hasta hoy una política nacional que unifique criterios de inspección ni un registro centralizado de locales de riesgo.
Especialistas en gestión de riesgos coinciden en que cada tragedia expone el mismo patrón: autoridades que no fiscalizan, propietarios que operan sin licencias y usuarios que desconocen el peligro. En Puno, esta situación se agrava por la carencia de personal técnico y la expansión desordenada de locales informales.
Por ello, surge la pregunta clave: ¿cuántas tragedias más deben ocurrir para que se establezca un sistema de fiscalización preventivo y no reactivo?
Familias exigen justicia y autoridades prometen medidas
Mientras tanto, las familias de las diez víctimas han exigido una investigación rápida y transparente. La Municipalidad de Huancané ha anunciado operativos permanentes y la actualización de su registro de locales nocturnos, aunque aún no presenta un plan de acción concreto.
El Gobierno Regional de Puno también ha señalado que reforzará la capacitación de los municipios en temas de seguridad y riesgos. No obstante, las organizaciones civiles advierten que estas medidas suelen quedar solo en anuncios tras cada tragedia.
Lo cierto es que la investigación recién comienza, pero el daño ya está hecho. La detención preliminar de José Huanca marca el primer paso, pero deja abierta una pregunta mayor: ¿serán sancionados también quienes permitieron que este local siguiera operando?