En una ciudad donde conviven todas las cocinas del planeta, la gastronomía peruana decidió dar un golpe de presencia. Perú Mucho Gusto celebró su primera edición en São Paulo, un hito para la feria que, tras consolidarse en distintas regiones del Perú, inicia ahora su ruta internacional en uno de los mercados más estratégicos para el turismo nacional.
Del 5 al 7 de diciembre, el espacio reunió la oferta de 23 restaurantes peruanos con sede en São Paulo, Río de Janeiro, Brasilia y Porto Alegre. Cebicherías, anticucherías, concept stores gastronómicas y barras de pisco convivieron en un recorrido donde la cocina peruana —desde lo criollo hasta lo amazónico y lo nikkei— buscó seducir a un público exigente y curioso.
La feria, organizada por PROMPERÚ, desplegó además zonas dedicadas a superfoods, destinos turísticos, artesanía y propuestas de diseño para el hogar. En paralelo, chefs y embajadores culinarios realizaron demostraciones en vivo, reivindicando al Perú como un país donde la técnica, la tradición y la biodiversidad dialogan sin jerarquías.

La apuesta tiene fundamentos sólidos. En los últimos años, Brasil se ha posicionado como uno de los principales emisores de turistas hacia el Perú: 184 725 visitantes en 2024, lo que lo ubica como el quinto mercado más relevante para el sector. Para PROMPERÚ, Perú Mucho Gusto São Paulo no es solo una vitrina gastronómica: es una estrategia para convertir el interés por la comida peruana en viajes, rutas y experiencias culturales completas.
Los organizadores proyectan recibir 15 000 asistentes en esta primera edición, un público que no solo probará pisco o ajíes, sino que podrá descubrir la amplitud del mapa turístico peruano, desde el desierto de Paracas hasta la Amazonía profunda, en un formato concebido bajo criterios de sostenibilidad alineados a los ODS.
Con esta edición inaugural en Brasil, Perú Mucho Gusto da un paso decisivo hacia la internacionalización. Una feria que nació para celebrar los sabores peruanos termina hoy convirtiéndose también en herramienta diplomática y puente cultural: una invitación abierta a los brasileños para viajar —y saborear— el Perú.
