La competencia por el liderazgo en inteligencia artificial podría tener un nuevo capítulo inesperado. Al menos en el terreno bursátil, Anthropic parece dispuesta a adelantarse a OpenAI: según la Financial Times, la empresa detrás del modelo Claude ya habría contratado a un estudio jurídico para preparar su salida a bolsa. Ese paso, que suele tomar meses, convierte el proceso en una carrera contra el tiempo.
Los grandes inversionistas quieren cobrar antes de que se cierre la ventana
Los fondos y gigantes tecnológicos que apostaron temprano por la IA tienen hoy un interés urgente: monetizar sus inversiones antes de que el mercado cuestione más severamente las valoraciones. En las últimas semanas, varios inversionistas redujeron posiciones en tecnológicas de gran capitalización —incluida Nvidia— mientras el mercado examina con mayor detenimiento los costos astronómicos del entrenamiento y operación de estos modelos, y la posibilidad real de que esas inversiones puedan recuperarse.
Incluso Meta Platforms ha anunciado recortes sustanciales en su división de metaverso para redirigir recursos a sus ambiciones de IA, una señal de que la industria está entrando en territorio de “elecciones difíciles”.
IPOs en el horizonte: Uber parece minúsculo en comparación
Ni Anthropic ni OpenAI alcanzarán probablemente el récord absoluto del IPO de Saudi Aramco (US$ 1,7 billones). Sin embargo:
- OpenAI podría debutar con una valoración cercana al billón de dólares.
- Anthropic podría aspirar a US$ 500 mil millones.
El contraste histórico es llamativo: el mayor IPO tecnológico hasta ahora, el de Uber en 2019, alcanzó “solo” US$ 75,5 mil millones, seguido por Rivian Automotive con US$ 66,5 mil millones.
A la luz de estas magnitudes, Uber parece un acto preliminar frente al espectáculo que podría ofrecer la IA.
El verdadero riesgo: la deuda que crece como un monstruo silencioso
Más allá del tamaño potencial de los IPOs, los analistas en Wall Street empiezan a mirar con inquietud un aspecto que podría convertirse en el talón de Aquiles del sector: la deuda acumulada.
Los compromisos financieros de OpenAI y Anthropic, impulsados por inversiones masivas en infraestructura, chips, centros de datos y capacidad energética, se encuentran en el rango de las decenas —posiblemente cientos— de miles de millones de dólares.
En conjunto, ambas compañías ya se acercan a un volumen de deuda de tres cifras en miles de millones, algo inédito para firmas tan jóvenes.
Y surge la pregunta central:
¿Quién pagará finalmente la fiesta de la inteligencia artificial?
En un mercado donde las expectativas lo sostienen todo, un tropiezo significativo —un retraso tecnológico, una caída en adopción, un giro regulatorio— podría convertirse rápidamente en el cisne negro que sacuda al Nasdaq.
Si una de estas torres de deuda colapsa, advierten algunos analistas, “los osos bailarán polka en Wall Street”.
Dirk Friczewsky – analista de ActivTrades.
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