La escena es común: alguien pierde a su perro o a su gato y, en lugar de consuelo, recibe un mandato para “superarlo rápido”. “No es para tanto” o “solo es un animal” son las frases que se suelen recibir. Gaby Pérez Islas lo resume en una frase: “Afuera hay muy poca contención”. Tras la pandemia, su consulta se llenó de personas arrasadas por el dolor, pero enfrentadas a una respuesta social que las desautorizaba. “Escuchaban: ‘es un perro, adopta otro’. ¿Cómo no se van a callar? Sentían que su dolor no era legítimo”.
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