Con el 90,291% de actas procesadas por la ONPE, el Partido Aprista Peruano (APRA) definió a su candidato presidencial: Enrique Valderrama Peña, abogado y periodista de 36 años, quien obtuvo el 28,597% de los votos y superó a dos de las figuras históricas más influyentes del partido: Javier Velásquez Quesquén y Jorge del Castillo.
La Lista 7, encabezada por Valderrama e integrada por María Inés Valdivia Acuña (primera vicepresidencia) y Lucio Antonio Vásquez Sánchez (segunda), se impuso en un proceso interno inusualmente competitivo: 14 listas participaron bajo la modalidad de “un afiliado, un voto”, reflejo de una militancia que busca reposicionar al partido fundado por Haya de la Torre.
Velásquez Quesquén quedó en segundo lugar con 26,397%, seguido por Del Castillo con 19,926%, un resultado que marca un punto de quiebre en las correlaciones internas y consolida el avance de la llamada “corriente de renovación”.
El perfil del candidato
Nacido en Lima en 1988, Valderrama pertenece a la generación que se incorporó al aprismo en los años posteriores a la crisis partidaria. Estudió Derecho en la Universidad de San Martín de Porres, formó parte del Comando Universitario Aprista en la PUCP y desde el 2021 integra la Comisión Política Nacional del partido. Fuera de la vida orgánica, es columnista del diario Expreso y fundador del portal de análisis político Punto de Encuentro.
Su principal activo interno es el respaldo de los cuadros jóvenes, que ven en él un intento de reposicionar al APRA en un escenario político fragmentado y con una base electoral menguada desde 2016.
El plan Valderrama: seguridad como eje
En sus intervenciones previas a las internas, el ahora candidato presidencial ha insistido en colocar la seguridad ciudadana como el núcleo de su agenda. Sus propuestas más relevantes incluyen:
- Aumento del número de policías, de 130.000 a 250.000 en cinco años.
- Fortalecimiento de la investigación criminal, con el salto de 6.000 a 25.000 especialistas.
- Creación de una “guardia municipal”, profesionalizando el serenazgo con armas no letales de mayor impacto.
- Control militar reforzado en fronteras, para frenar el ingreso de bandas extranjeras.
- Reforma penitenciaria agresiva, con la construcción de 12 a 24 penales en los dos primeros años de gobierno, cada uno para 5.000–7.000 internos.
- Incremento del 150% del presupuesto en seguridad y uso intensivo de tecnología e inteligencia operativa.
Es un plan que busca conectar con las principales preocupaciones ciudadanas en un país donde la seguridad es, según todas las encuestas, la prioridad nacional.
El traspié mediático
Su ascenso no ha estado exento de polémicas. Valderrama fue tendencia tras una entrevista fallida con el periodista César Hildebrandt, luego de enlazarse en vivo desde un conocido restaurante-karaoke limeño. El ruido, la música y la mala calidad del audio llevaron al conductor a cortar la conversación. El episodio fue ampliamente difundido y generó cuestionamientos a su criterio comunicacional.
Un nuevo capítulo para el aprismo
Con la proclamación pendiente por parte del JNE, Valderrama se convierte en el rostro de una generación que busca devolverle relevancia al APRA de cara a las Elecciones Generales de 2026. Su victoria, inédita frente a los pesos pesados del partido, abre un proceso de reacomodo interno y una pregunta central:
¿podrá la renovación aprista traducirse en reconexión electoral?