Un despliegue nacional para garantizar oportunidades
El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) coordinó este fin de semana un operativo nacional para asegurar que 27 961 jóvenes del programa Juntos, todos ellos provenientes de hogares en situación de pobreza, llegaran a tiempo a rendir el Examen Nacional de Preselección (ENP) de Beca 18 – Convocatoria 2026.
La cifra representa un incremento del 39.52% frente al año pasado y constituye el 29% del total de postulantes del proceso. La ministra Lesly Shica dispuso que funcionarios de todos los programas sociales participaran activamente en el traslado, acompañamiento y supervisión de los estudiantes en regiones críticas, donde la distancia suele ser una barrera permanente.
¿Por qué este examen es clave para los jóvenes rurales? Porque Beca 18 representa la oportunidad real de acceder a estudios superiores, convertirse en profesionales y transformar el futuro de sus familias y comunidades.
Movilización territorial: ningún estudiante se queda atrás
La instrucción del Midis fue clara: ningún joven apto para el ENP debía quedarse sin rendir su examen por falta de recursos o distancia geográfica. Para ello, se articuló con gobiernos regionales, municipalidades, colegios, autoridades comunales y plataformas operativas en zonas rurales.
Los equipos territoriales de Juntos se desplazaron por diversas regiones para organizar rutas de traslado por vía terrestre, fluvial e incluso lacustre, dependiendo de la geografía. La ministra Shica subrayó que este esfuerzo responde a una política de inclusión concreta que busca cerrar brechas históricas en educación superior.
“Aquí existe un equipo que los respalda, que los abraza y que acompañará su camino”, señaló la ministra en un mensaje dedicado a los postulantes. Su gestión ha priorizado que los jóvenes de zonas rurales, amazónicas y comunidades nativas tengan acceso a información, seguimiento y transporte oportuno para llegar al examen.
Viajes de dos días, lanchas y caminatas: la ruta hacia una oportunidad
El Midis detalló casos extremos donde los estudiantes enfrentaron largas distancias, complejas rutas fluviales y caminos difíciles para llegar a los puntos de evaluación.
Loreto: 268 kilómetros en lancha
En la comunidad de San Juan Mishahuari, varios jóvenes debieron recorrer hasta 268 kilómetros por río, durante dos días de viaje, para llegar al colegio asignado. Pese a las dificultades, todos llegaron a tiempo gracias a la coordinación local del programa.
Pasco: día y medio por vía fluvial
En la provincia de Oxapampa, cuatro postulantes del Valle de Nazarategui emprendieron un viaje de día y medio por vía fluvial para alcanzar el centro de evaluación.
Cajamarca: 15 horas desde Tabaconas
En San Ignacio, provincia cajamarquina, 81 jóvenes viajaron más de 15 horas desde sus comunidades rurales para poder rendir su prueba.
¿Qué revela esta situación sobre las brechas educativas del país? Que el acceso a la educación superior aún está condicionado por la geografía y la pobreza. Sin embargo, también evidencia la relevancia de programas como Juntos, que no solo brindan transferencias monetarias, sino acompañamiento y orientación.
Testimonios que reflejan esperanza
Entre los miles de jóvenes que viajaron, destacan historias como la de Elen Cecilia Ipushima Ríos, estudiante de Loreto que agradeció la organización y apoyo del Midis durante su preparación y traslado.
“Me siento muy confiada de ser preseleccionada. Espero alcanzar mi sueño de ser profesional”, señaló tras culminar el examen.
Similar es el caso de Santiago Morales Rojas, postulante de Cajamarca, quien aseguró que sin el apoyo de Juntos no habría logrado llegar al proceso.
“Me orientaron, me prepararon y me acompañaron. Ahora solo espero retribuir ese apoyo logrando la beca”, declaró emocionado.
Ambos testimonios reflejan el impacto del acompañamiento estatal en zonas donde la falta de información, conectividad o recursos suele dejar a miles de jóvenes fuera de las oportunidades académicas.
Un salto en participación que marca tendencia
El crecimiento de casi 28 mil postulantes aptos del programa Juntos no solo representa un récord, sino una tendencia que revela mayor acceso, mejor orientación y un trabajo territorial más sólido.
¿Qué significa esto para las políticas educativas del país? Que existe una demanda creciente de jóvenes que buscan profesionalizarse y que requieren acompañamiento del Estado para superar barreras estructurales.
Para el Midis, este esfuerzo se traduce en una oportunidad generacional, pues el acceso a estudios superiores es uno de los mecanismos más efectivos para romper el ciclo de pobreza.
Conclusión: inclusión en acción
El operativo nacional del Midis no solo garantizó que miles de jóvenes llegaran a tiempo a su examen; también evidenció que el país avanza hacia una política pública más inclusiva, donde los estudiantes rurales y amazónicos no quedan rezagados.
Beca 18 vuelve a ser, un año más, la puerta de entrada a un horizonte que miles de jóvenes sueñan con alcanzar.