la llegada de Hugo de Zela Martínez a Torre Tagle no fue una designación cualquiera. Diplomático de carrera, con una hoja de servicio que incluye misiones en Washington, Buenos Aires y la OEA, De Zela representa una generación de profesionales que creen que la política exterior no debe ser un eco de la política doméstica. Apenas unos días después de asumir, esa convicción se tradujo en hechos: la salida del embajador cubano Carlos “Gallo” Zamora del país.
Suscríbase al contenido
Esto es material premium. Suscríbete para leer el artículo completo.