Los extranjeros fueron castigados y retirados del distrito de Celendín tras ser acusados de extorsionar a comerciantes mediante el sistema “gota a gota”.
Tres ciudadanos colombianos fueron azotados y expulsados del distrito de Celendín (Cajamarca) por decisión de las rondas campesinas locales, luego de ser acusados de participar en cobros extorsivos bajo la modalidad del “gota a gota”.
Los intervenidos fueron identificados como Jesús Daniel Ortega Castillo, José Luis Olearte Jaramillo y Javier Gómez Yepes, quienes, según los vecinos, exigían pagos ilegales a comerciantes y familias de la zona.
Rondas campesinas tomaron control ante denuncias por extorsión
La medida fue adoptada después de múltiples denuncias comunitarias sobre presuntas amenazas y cobros indebidos. Los tres extranjeros fueron retenidos mediante un operativo vecinal, trasladados a la base rondera y castigados públicamente con azotes frente a la comunidad antes de ser obligados a abandonar el distrito.
“Quienes se dedican a este trabajo malintencionado de préstamos gota a gota ponen en riesgo la seguridad de la provincia”, señaló uno de los líderes ronderos ante la población reunida en Celendín.
Tras la sanción, los acusados fueron subidos a una van rumbo a la ciudad de Cajamarca, bajo la advertencia de no volver. “Si los encontramos nuevamente en la zona, tomaremos acciones más fuertes”, reiteraron los dirigentes ronderos, entre aplausos de los pobladores.
Rondas enviarán informe a la Policía Nacional
Las rondas campesinas informaron que elaborarán un informe dirigido a la Policía Nacional del Perú (PNP) para dejar constancia de los hechos y las acusaciones. Según los voceros, buscarán esclarecer los indicios sobre una supuesta red de préstamos ilegales que habría operado con presunta complicidad de algunos efectivos policiales.
Rondas campesinas: justicia comunal dentro del marco legal
Las rondas campesinas son reconocidas por la legislación peruana como organizaciones autónomas de seguridad local y justicia comunal, con facultad para intervenir en la resolución de conflictos rurales. No obstante, la Constitución del Perú exige que sus acciones respeten los derechos fundamentales y la integridad física de las personas involucradas.
En Cajamarca, estas organizaciones mantienen amplio respaldo popular, especialmente en zonas donde la presencia policial es limitada. Los dirigentes de Celendín reiteraron que continuarán vigilando y sancionando toda práctica ilegal como el “gota a gota” para proteger la tranquilidad de la comunidad.