Diversos gremios de transporte urbano en Lima iniciaron una caravana de buses hacia el Congreso de la República, como parte del paro de transporte convocado para este martes 4 de noviembre. La medida busca visibilizar la protesta por los recientes ataques y asesinatos de conductores, ocurridos pese al estado de emergencia decretado por el Gobierno.
Martín Ojeda, director de la Cámara Internacional de la Industria del Transporte (CIT), señaló que la paralización pretende exigir acciones concretas frente al incremento de la violencia y el cumplimiento de los acuerdos previos con el Ejecutivo. La Asociación Nacional de Conductores Profesionales del Perú (ANCPP), Conet Perú y otros gremios confirmaron su participación en el paro de 24 horas.
En la Vía de Evitamiento, cerca del puente Acho, una caravana de buses de la empresa Lipetsa —conocida como “El Triángulo”— avanza bajo resguardo policial. Los conductores exigen justicia tras el asesinato de un colega en San Juan de Miraflores. Mientras tanto, los usuarios enfrentan escasez de transporte público, con alta congestión vehicular reportada en avenidas como Gambetta, Evitamiento y Zarumilla.
Para mitigar el impacto del paro, el Ministerio del Interior dispuso 21 buses institucionales gratuitos en puntos estratégicos como Puente Piedra, Puente Atocongo, Manchay y Puente Nuevo. Asimismo, EsSalud informó que las personas que no puedan asistir a sus citas médicas podrán reprogramarlas mediante sus canales oficiales.
El presidente de la ANCPP, Miguel Palomino, reiteró que el paro es un éxito, pero demandó que el Gobierno establezca una mesa de trabajo para atender los reclamos del sector y que el Congreso revise las leyes que, según él, favorecen la criminalidad.