El club de las megacorporaciones tecnológicas ha alcanzado dimensiones que superan el Producto Bruto Interno de muchos países. En la cúspide se encuentra Nvidia, rozando los 5 billones de dólares en capitalización bursátil, un valor comparable al PIB de Alemania. Amazon, aunque en otra liga, no se queda atrás: su valor de mercado supera los 2,7 billones de dólares, consolidándola como una de las empresas más valiosas del planeta.
Mientras Meta Platforms sufrió un desplome de más del 11% en la última sesión, Amazon siguió un camino opuesto. Antes de la publicación de resultados, la acción había caído 3,2% hasta 222,86 dólares, pero tras el cierre del mercado —en las operaciones after-hours— el título se disparó por encima de los 250 dólares, impulsado por cifras que confirmaron la solidez del gigante fundado por Jeff Bezos.
Resultados impresionantes
En los primeros nueve meses de 2025, Amazon registró ingresos por 503.538 millones de dólares, un resultado operativo de 54.998 millones y un beneficio neto de 56.478 millones. El beneficio por acción (EPS) se ubicó en 5,22 dólares, con 10.815 millones de acciones en circulación.
En comparación anual, el ingreso trimestral creció un 13%, con un aumento del 11% en Norteamérica, 14% en el negocio internacional y 20% en AWS, la joya de la corona. Solo Amazon Web Services aportó 11,4 mil millones de dólares en beneficios operativos, casi el doble que el resto de segmentos combinados.
La nueva frontera: inteligencia artificial
El motor del futuro está claro. El negocio del chip de inteligencia artificial Trainium2, diseñado internamente por Amazon, se ha convertido en una unidad multimillonaria, con un crecimiento del 150% interanual.
La compañía lanzó además el ambicioso proyecto “Rainier”, un cluster que agrupa medio millón de chips Trainium2, destinado a potenciar los modelos Claude de Anthropic, uno de los aliados estratégicos de Amazon en el campo de la IA generativa.
Esta infraestructura masiva consolida a AWS como el mayor proveedor mundial de potencia de cómputo para IA, y la compañía ya ha incorporado 3,8 gigavatios de nueva capacidad energética en los últimos doce meses, un récord sin precedentes entre los proveedores de nube.
Una apuesta total por la escala
Amazon acelera en todas sus líneas de negocio: comercio electrónico, servicios en la nube e inteligencia artificial. La empresa combina visión tecnológica y músculo financiero con una capacidad operativa difícil de igualar.
En un contexto de competencia feroz con Microsoft, Google y Meta, la apuesta de Amazon es clara: ser la infraestructura invisible que alimenta la revolución de la IA.
Y el mercado lo percibe así: la acción sigue en ascenso, impulsada por cifras que validan una ambición sin límites.
Dirk Friczewsky – analista de ActivTrades.
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