El índice DAX vivió el miércoles una jornada agitada y terminó con una caída de 0,74 %, cerrando en 24.151 puntos. En operaciones posteriores al cierre, el índice llegó incluso a perforar momentáneamente el nivel psicológico de los 24.000 puntos, reflejando la creciente inquietud de los inversores.
El motivo principal: crecen las señales de posibles cuellos de botella en el mercado global de semiconductores, consecuencia indirecta de la nueva política arancelaria de Estados Unidos.
El temor es que las restricciones impuestas por la administración Trump afecten la cadena de suministro tecnológica mundial, golpeando no solo a la industria automotriz —ya forzada a considerar paros de producción, como en el caso de Volkswagen—, sino también al sector de la inteligencia artificial, motor del reciente crecimiento bursátil.
La posición intransigente del gobierno chino ha complicado las negociaciones comerciales, y los operadores en Fráncfort anticipan una prolongada tensión entre Washington y Pekín que podría repercutir en la producción y los costos globales del chip.
Continental resiste, Siemens Energy pierde impulso
Pese al contexto adverso, algunas acciones lograron destacarse. Continental encabezó las ganancias del DAX con un avance de 1,6 %, seguida de Siemens Healthineers, que sumó 1,5 %.
En el extremo opuesto, Siemens Energy se hundió 3,7 %, quedando en el último lugar del índice. Infineon, uno de los valores más sensibles al mercado de semiconductores, retrocedió 2,9 % tras su fuerte desempeño previo.
La tendencia muestra una clara rotación sectorial: los inversores buscan refugio en compañías defensivas o de salud, mientras se reduce la exposición a energía y tecnología.
Soporte técnico bajo presión
Desde el análisis técnico, los expertos advierten que la zona de 24.000 puntos es ahora la línea de defensa clave.
Cada nueva prueba o ruptura temporal de ese nivel debilita su solidez y eleva el riesgo de una corrección más profunda.
Un cierre sostenido por debajo de los 24.000 puntos podría ampliar el potencial bajista del DAX, que ha mostrado alta volatilidad en los últimos días.
Mientras tanto, el mercado alemán enfrenta una doble presión: riesgos geopolíticos externos y una pérdida de impulso interno en su pilar industrial.
Frank Sohlleder – analista de ActivTrades.
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