En el universo de la inteligencia artificial, hay empresas que cavan oro… y otras que fabrican las palas. TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company) pertenece a la segunda categoría: produce los chips que hacen posible la revolución tecnológica en curso. Sin sus litógrafos de ultravioleta extremo (EUV), no habría centros de datos capaces de entrenar los modelos de IA más avanzados.
El fabricante taiwanés —uno de los mayores del mundo— presentó sus resultados del tercer trimestre de 2025, confirmando un auge sin precedentes. Su ingreso neto alcanzó los 989.918 millones de dólares taiwaneses (equivalentes a 33.097 millones de dólares estadounidenses), lo que representa un crecimiento de 40,8% respecto al mismo periodo del año anterior. Las utilidades netas también subieron con fuerza hasta 15.100 millones de dólares, impulsadas por la demanda global de chips de 3 y 5 nanómetros, esenciales para la IA, la computación en la nube y los dispositivos móviles de alta gama.
Las márgenes de rentabilidad impresionan incluso en una industria acostumbrada a cifras gigantescas: una margen bruta de 59,5%, operativa de 50,6% y neta de 45,7%, una combinación que reafirma el liderazgo de TSMC frente a sus competidores. El 37% de sus ingresos provino de los chips de 5 nanómetros, el 23% de los de 3 nanómetros y el 14% de los de 7 nanómetros.
El balance confirma que TSMC es el mayor beneficiario de la fiebre por la inteligencia artificial, una tendencia que sostiene sus resultados incluso en medio de las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos, China y Taiwán. Mientras la competencia busca alternativas, la empresa que “fabrica las palas” del futuro sigue siendo la más rentable de la nueva era digital.
Dirk Friczewsky– analista de ActivTrades.
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