Un frente legislativo amplio contra la presidencia
Hoy, el panorama político peruano se ve sacudido por la presentación simultánea de cuatro mociones de vacancia presidencial contra la mandataria Dina Boluarte, motivadas por la grave crisis de criminalidad y su aparente incapacidad para responder al desbordamiento de la violencia.
Las mociones provienen de diferentes bancadas:
- Renovación Popular, con Norma Yarrow a la cabeza.
- Bloque Democrático Popular, a través de Carlos Zeballos.
- Susel Paredes, con apoyo legislativo de Jaime Quito y la Bancada Socialista.
- Alianza para el Progreso (APP), que recientemente oficializó su respaldo a la vacancia.
Aunque independientes en su origen, todas comparten la misma tesis: un Ejecutivo que no actúa frente al crimen organizado no puede permanecer en el poder.
Renovación Popular: liderazgo visible
La bancada Renovación Popular se constituyó como la primera en alzar la voz con fuerza. Norma Yarrow confirmó que la moción sería formalizada de inmediato, tras reunir las firmas necesarias para su admisión.
Yarrow también denunció acciones del Ejecutivo para obstruir el ingreso de congresistas incómodos en reuniones oficiales. “No podemos permitir que el Gobierno controle quién participa y quién no”, declaró, enfatizando que el respaldo parlamentario debe protegerse.
El congresista Diego Bazán apoyó públicamente la moción, invocando que esperaban que al menos 87 congresistas valientes respalden la vacancia para consumar la destitución.
Zeballos, Paredes y APP: sumando presión
La moción presentada por Carlos Zeballos del Bloque Democrático Popular eleva el espectro político del reclamo. Su respaldo muestra que el descontento traspasa las filas tradicionales de oposición.
Susel Paredes, respaldada por Jaime Quito y otros legisladores de la Bancada Socialista, también sumó otra moción. Quito declaró que “no debe haber excusas ni pretextos” para no actuar ante la crisis.
La inclusión de APP como cuarto firmante refuerza aún más el bloque vacador. Con ello, el respaldo no es exclusivo de partidos de oposición extremos, sino que agrupa también fuerzas centristas que consideran que la situación del país lo exige.
El detonante simbólico: atentado a Agua Marina y la crisis de seguridad
El ataque armado durante un concierto de Agua Marina en Chorrillos ha sido mencionado en todas las iniciativas como prueba de la impotencia estatal frente al crimen. En ese evento resultaron heridos cuatro músicos y un vendedor por disparos dirigidos.
Para los congresistas promotres de las mociones, ese hecho evidencia que si no se puede proteger la actividad artística, aún menos se puede salvaguardar la vida y bienes de ciudadanos comunes frente a mafias, extorsiones y bandas armadas.
Proceso parlamentario a seguir
Para que cada moción avance:
- Debe reunir al menos 52 firmas para su admisión en el Congreso.
- Si es admitida, se abre el debate donde el Ejecutivo puede defenderse.
- Finalmente, para aprobar la vacancia, se requieren 87 votos en el Pleno.
La presentación de cuatro mociones ofrece rutas alternativas: si una no prospera, otra podría alcanzar el quórum. Pero también implica un desafío de coordinación entre bancadas.
Riesgos, implicancias políticas y escenarios posibles
La presión múltiple puede forzar al Gobierno a adoptar una posición defensiva permanente, limitando su capacidad de gestión. También existe el peligro de que el proceso se transforme en un espectáculo político de confrontación permanente.
Si alguna moción prospera, según la Constitución, asumiría la presidencia el presidente del Congreso. En ese caso, varias bancadas ya han asegurado que no buscarán protagonismo ni control del Ejecutivo de transición, para evitar acusaciones partidarias.
El debate alrededor de estas mociones también reaviva la demanda de reformas más profundas: fortalecimiento institucional, lucha contra la corrupción interna, revisión de normas de seguridad y otorgamiento de facultades extraordinarias al Ejecutivo venidero.